La tartamudez es entendida como una alteración en la articulación del lenguaje, que se caracteriza por interrupciones a modo de espasmos y por causar tensión en los músculos de la cara y el cuello, acompañada por cuadros de ansiedad y estrés. Los niños (y en general las personas) que sufren tartamudez emiten sonidos, sílabas o palabras que se repiten o duran más tiempo de lo normal. Esto ocasiona una ruptura en el flujo del lenguaje, que en términos médicos es llamada disfluencia o falta de fluidez.
Es por ello que la fonoaudióloga Elizabeth González Flores, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, informó que los niños que presentan algún grado de tartamudez deben tomar terapia del lenguaje a partir de los 5 años de edad.
Los fonoaudiólogos son especialistas en salud que se encargan de la prevención, la evaluación y el tratamiento de los trastornos de la comunicación humana, como pueden ser la tartamudez o la dislexia.
Este trastorno (la tartamudez) puede manifestarse como parte del proceso de aprendizaje del lenguaje, ya que alrededor de los dos años el niño cuenta con un vocabulario de hasta 200 palabras que abarca sustantivos y adjetivos, pero su cerebro es capaz de comprender y procesar un número mayor.
Por lo anterior y según la experta, el niño puede llegar a “atropellarse” al hablar, pues tiene el deseo y ansiedad de expresar muchas cosas, que todavía no es capaz de articular adecuadamente cuando habla.
“Lo que pasa es que es tanta la emoción que tienen por hablar y por expresar que presentan este tipo de espasmos, pero a esa edad la tartamudez no es patológica”, afirmó.
González Flores, quien también es psicoterapeuta y educadora, destacó que si el niño aún padece esta alteración en la edad preescolar es muy importante que los padres busquen ayuda profesional, pues solo así es posible determinar la causa o causas de este trastorno del lenguaje.
Detalló que en la consulta de Fonoaudiología del Hospital General Regional (HGR) 180 del IMSS Jalisco, primero se tiene una entrevista con los padres y con el niño por separado, con el fin de establecer un posible diagnóstico.
También debe determinarse si el niño actúa diferente enfrente de los padres, o si no expresa el lenguaje adecuadamente debido a alguna cuestión afectiva o de tipo emocional que desencadene inseguridad o baja autoestima en el pequeño.
Sin embargo, González Flores aclaró que la tartamudez surge a partir de varios factores, entre los cuales se encuentran los psicológicos, que pueden dar lugar a estrés o a desarrollar temores, y que podrían ser producto de algún daño en el sistema cerebral. Si este fuera el caso, los pacientes deben ser valorados además por especialistas neurólogos.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que hasta el uno por ciento de la población mundial padece tartamudez. El tratamiento de los pacientes se determina con base en la causa que originó el trastorno, expresó González Flores.
Normalmente se realizan dinámicas familiares, así como actividades psicomotrices que estimulan al niño y que lo hacen interactuar. También se establecen ejercicios de lectura y de articulación del lenguaje.
Finalmente la especialista hizo hincapié en la importancia de tratar la tartamudez en edades tempranas, para corregir la problemática y que no se mantenga en la edad adulta.
Vía: Notimex