La sal es mucho más que un condimento que potencia el sabor de los alimentos. Representa, ante todo, un mineral indispensable para vivir. Sin embargo, excederse en su consumo podría traer desventajas en diversos órganos y daños fatales a largo plazo.
Antes de contarte los riesgos, debes saber que el consumo adecuado de este “ingrediente” contribuye a la hidratación del cuerpo —al introducir agua en el interior de las células—. Asimismo, ayuda a controlar la cantidad de agua en el organismo y regula los fluidos del cerebro.
¿Eres amante de los alimentos salados? Considera los siguientes riesgos y equilibra la ingesta de sodio en tus comidas diarias.
1. Hipertensión. La sal que los riñones no son capaces de eliminar se acumula en la sangre. Así como el sodio aumenta el líquido del organismo, incrementa, a su vez, el volumen de sangre circulante, por lo que el corazón se ve obligado a trabajar de más. Esto aumenta la presión arterial.
2. Trastornos renales y cardiovasculares. El desequilibrio en el corazón puede provocar infartos cerebrales y de miocardio —tejido muscular del corazón—, así como insuficiencia cardíaca. De igual manera, la función de filtrado, llevada a cabo por los riñones, se ve perjudicada, potenciando la hipertensión arterial en un círculo vicioso. Sin olvidar la retención de líquidos, la cual genera edema e hinchazón de piernas y tobillos.
3. Osteoporosis. El cuerpo querrá eliminar el sodio por la orina, y con él se estará perdiendo calcio, lo que dañará los huesos y generará mayor predisposición a fracturas óseas.
4. Tumores. Este mal hábito favorece algunos tipos de tumores, como el cáncer de estómago, a través de lesiones ulcerosas e infecciones.
5. Sobrepeso y obesidad. El sodio en demasía aumenta la sed, y al no saciarse con agua se corre el peligro de desequilibrar el balance entre calorías ingeridas y calorías consumidas, mediante refrescos y bebidas energéticas.
Saber cuánta sal contiene cada alimento, y hacer un pequeño esfuerzo, te permitirá conseguir una dieta equilibrada y sana.
Recuerda que para obtener los beneficios del mineral, no es necesario consumir cantidades elevadas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras instituciones sanitarias internacionales recomiendan un consumo medio de 5 gramos de sal al día —una cucharadita llena—.
Vía: Huffpost Healthy living/ OMS/ Plan Cuídate +