Las várices son venas dilatadas y elevadas en la superficie de la piel. Pueden ser moradas, o de color azul oscuro, y parecer torcidas o abultadas.
Éstas se encuentran comúnmente en las partes posteriores de las pantorrillas o en la cara interna de la pierna, y se desarrollan cuando las válvulas venosas, que permiten que la sangre fluya hacia el corazón, dejan de funcionar adecuadamente.
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Las venas varicosas afectan a una de cada dos personas mayores de 50 años. Asimismo, son más comunes entre las mujeres que entre los hombres.
El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por su sigla en inglés) recomienda seguir los siguientes consejos para prevenir y tratar esta afección.
- Realiza ejercicio para promover una mejor circulación. Pasar mucho tiempo sentado o sin mover las piernas puede ocasionar problemas circulatorios y, al paso del tiempo, motivar la aparición de várices.
- Eleva las piernas y evita cruzarlas mientras te encuentres sentado. Subir las piernas ayuda con el dolor y la hinchazón. Puedes hacerlo sobre una almohada cuando estés descansando. Elévalas por encima del nivel del corazón, tres o cuatro veces al día, durante 15 minutos en cada ocasión.
- Utiliza ropa holgada para favorecer el libre paso de la sangre. Recuerda que la ropa ajustada presiona los vasos sanguíneos, lo que ocasiona que el flujo disminuya.
- Evita estar de pie por periodos prolongados. Así como el sedentarismo afecta directamente la circulación por las venas, el estar parado por mucho tiempo puede agravar su estado, pues deben trabajar mucho más para bombear la sangre al corazón.
- Baja de peso si padeces obesidad. Toma en cuenta que los kilos de más producen una gran presión sobre las venas y sus respectivas válvulas.
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Si las venas te causan dolor, o si te desagrada su aspecto, un médico puede recomendarte algunos procedimientos para eliminarlas.
Vía: Medline Plus/ Health Day