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Las bebidas alcohólicas pueden producir alteraciones fisiológicas, pero ¿sabías que podrían dañar, entre otras partes de tu cuerpo, tu audición?

El ruido que usualmente acompaña a los ambientes donde se ha bebido alcohol no es fortuito.

De acuerdo con la Australian Broadcasting Corporation (ABC), tras unas cuantas copas, el nivel de sonido con que uno mismo se escucha comienza a descender, situación que provoca una elevación del tono de voz para poder compensar.

Aunque se ignora qué parte del sistema auditivo se ve afectado —el tímpano, los centros cerebrales que procesan los sonidos o un efecto directo de intoxicación—, se sabe que la pérdida del nivel de audición es diferente dependiendo de si eres hombre o mujer.

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En un estudio, grupos de hombres y mujeres fueron puestos a prueba luego de que sus niveles de alcohol en la sangre llegaran a 0.03%. Cada uno de los participantes registró una pérdida en la audición, pero en rangos diferentes. Según los especialistas, en las mujeres se mostró un descenso más agudo.

Los hombres perdieron de dos a nueve decibeles de audición, mientras que en las mujeres fue de cinco a 12 decibeles.

Aunque los estudios al respecto son escasos, pudo comprobarse que la disminución auditiva es mayor entre personas con obesidad, de edad avanzada y bebedores convencionales.

De acuerdo a la Universidad de Ulm, en Alemania, las personas que sufren alcoholismo pueden dañar sus oídos internamente, debido a los elevados niveles de alcohol en el torrente sanguíneo, los cuales pueden crear un entorno tóxico y deteriorar las sensibles células del oído interno —afección denominada ototoxicidad—.

 

Fuente: Hear-it