Con el fin de evitar decisiones espontáneas que puedan dañar tu alimentación, es necesario planificar un menú saludable. Esto te ayudará a comer de manera equilibrada sin dejar tu dieta al azar.
La American Heart Association sugiere seguir los siguientes consejos.
1. Crea un plan de comidas saludables para ti y tu familia —de dos a cuatro semanas—.
2. Planifica los menús durante los fines de semana. Lleva contigo la lista cuando vayas de compras.
3. Si por el trabajo tus días se tornan muy ocupados, cocina los fines de semana. Puedes refrigerar o congelar los alimentos.
4. Utiliza tu tiempo libre para cortar frutas y verduras. Guárdalas en el refrigerador para que tengas disponibles aperitivos saludables y fáciles de llevar.
5. Ten reservas para emergencias, te vendrá bien cuando no tengas tiempo para comprar. Sé precavido.
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Recuerda que es dañino pasar muchas horas sin comer. La falta de energía y nutrientes podría afectar directamente tu salud. Planifica mínimo cuatro comidas al día: desayuno, comida, merienda y cena.
No es necesario que ingieras alimentos pesados, puedes recurrir a algo ligero entre las comidas más importantes —desayuno, comida y cena—.
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Todos los días debes consumir:
• Proteínas, derivadas de lácteos y carnes. En caso de ser vegetariano, recurre a las legumbres.
• Hidratos o cereales, provistos por el pan, los cereales integrales y las pastas.
• Grasas buenas, como el aceite de oliva, las aceitunas, los frutos secos, entre otras.
• Líquidos, preferentemente agua o bebidas sin azúcares.
• Vitaminas y minerales, encontrados principalmente en las frutas y las verduras.
Para comenzar a planificar un menú siempre debemos contar con un objetivo. Piensa cuántas comidas o ingestas distribuirás en tu día a día.
Vía: Health Day/ Directo al paladar