Cuando somos niños, todo lo desconocido nos resulta atractivo, incluyendo aquellas cosas que no están a nuestro alcance o que podrían resultar dañinas y peligrosas.
En este contexto, los menores pueden sentirse tentados a fumar o mascar tabaco, ya sea por hacerse los interesantes, parecer mayores, perder peso —mito sobre el cigarro, según especialistas—, dar la impresión de ser duros o sentirse independientes.
Esa atracción puede contrarrestarse si los padres establecen una buena comunicación con los niños. Teens Health te aconseja lo siguiente para evitar el tabaquismo en tu hijo.
- Habla de los temas delicados de un modo que no lo haga sentir temor al castigo o a ser juzgado.
- Destaca lo que hace bien. La confianza en uno mismo es la mejor protección frente a la presión de los compañeros.
- Anímalo a participar en actividades en las que se prohíbe fumar, como los deportes.
- Pregúntale qué le atrae y qué le desagrada de fumar. Escúchalo con paciencia.
- Aliéntalo a alejarse de los amigos que no respeten sus razones para no fumar.
- Explícale cómo el hábito de fumar controla la vida diaria de los fumadores.
- Establece reglas claras que prohíban fumar y mascar tabaco en su casa y explícale por qué.
- Demuéstrale que valoras sus opiniones e ideas.
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¿Cómo saber si tu hijo fuma?
Una de las principales señales es el olor a humo. Antes de regañarlo, pregúntale sobre ello. Quizá salga con amigos que fuman o simplemente lo haya probado. Otros signos son:
- Tos.
- Irritación de la garganta.
- Ronquera.
- Mal aliento.
- Un rendimiento inferior en los deportes.
- Mayor susceptibilidad a los resfriados.
- Dientes y ropa manchados de nicotina.
- Dificultades respiratorias.
Vía: Teens Health