La mayoría de las personas que desarrollan cálculos renales tienen una probabilidad del 50% de desarrollar otro cálculo renal dentro de los 10 años posteriores. Sin embargo, existen 3 importantes cosas que puedes hacer para reducir tu riesgo:
- Bebe al menos 2 litros de líquidos (agua es mejor) por día. Tu médico podría pedirte que revises la salida de tu orina para asegurarte de que estás bebiendo la cantidad correcta de líquidos.
- No comas más de 1,500 mg de sal por día (aproximadamente 1 cucharadita). Esto incluye la sal en los alimentos pre-envasados. Lee las etiquetas para saber la cantidad de sal (sodio) que se encuentra en los alimentos que vas a consumir.
- Trata de no comer más de 2 porciones de carne al día. Cada porción no debe ser mayor a 6 -8 onzas (170-227 gramos).
Si previamente has tenido más de un cálculo renal, tu médico podría mandarte a un especialista para encontrar la causa específica de tus cálculos. Algunas personas necesitan medicamentos para evitar la formación de otro cálculo renal.
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También es clave que sepas que una vez que se expulsa la piedra, ésta se analiza, y se somete al paciente a un examen de orina en las siguientes 24 horas para medir el volumen urinario y los niveles de acidez, calcio, sodio, ácido úrico, oxalato, citrato y creatinina (un producto del metabolismo muscular). Asimismo, puede ser necesario un segundo análisis de orina para determinar si el tratamiento prescrito resulta positivo y para evitar nuevas formaciones de piedras.
Finalmente, no olvides que el riesgo de formación y crecimiento de cálculos disminuye considerablemente si se aumenta la cantidad de líquido ingerido. Y esto es válido para cualquier caso, independientemente de la composición de los cálculos.
Vía: FamilyDoctor.org / DMedicina.com