Leer en voz alta a los niños pequeños es beneficioso, pues les brinda un acercamiento a formas narrativas y descriptivas que de otra forma no pueden obtener, de acuerdo con la especialista Alma Carrasco Altamirano.
Según la profesora de la Facultad de Administración de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), los bebés de cero a tres años deben tener experiencias cotidianas con el lenguaje escrito.
“Leer a los bebés es fundamental porque posibilita intercambios de lenguaje entre ellos y los adultos encargados de su cuidado, además de ofrecer a los pequeños oportunidades de estar en contacto con narrativas completas y discursos estructurados, que sin los libros difícilmente estarían presentes en sus vidas”, puntualizó.
A partir de un estudio, un grupo de investigadores de la BUAP analizó las reacciones de algunos niños en sesiones de lectura conducidas por adultos mediadores.
Cuatro fueron las condiciones cuidadas en esta intervención: colecciones de libros de calidad para los más pequeños, entornos que cambian con la llegada de los libros, mediadores que leen a los bebés en voz alta y tiempo programado de lectura.
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Los resultados permitieron observar que el entorno cambió con la llegada de los libros, puesto que los niños relacionaron el proceso de lectura con la llegada de las canastas de textos.
“Al momento de leer no se trata de describir las acciones o personajes, sino únicamente leer, porque en ese proceso cambia la entonación y el infante la percibe”, explicó Carrasco Altamirano.
Se apreciaron dos momentos en el proceso; el primero, cuando los infantes ven al mediador y siguen con la mirada su expresión, conforme avanza la lectura; el segundo, cuando los menores toman la iniciativa de elegir algún material, ya sea para morderlo y conocerlo, o para intentar narrar la historia —en el caso de los mayores—.
Carrasco Altamirano, quien también forma parte de la Mesa Directiva del Consejo Puebla de Lectura AC, asegura que uno de los principales retos es tener acervos de calidad, tanto informativos como de narración, que sean valorados por los propios niños.
Vía: Notimex