La hepatitis viral se ha convertido en la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo, acabando con más vidas en un año que el sida, la tuberculosis o la malaria.
Las muertes por infección, enfermedad hepática y cáncer —causados por el virus— se incrementaron en un 63%, de 890 mil casos (1990) a 1.45 millones (2013), según una revisión de los datos proporcionados por 183 países.
«Mientras que las muertes por muchas enfermedades infecciosas —como la tuberculosis y la malaria— han caído desde 1990, las muertes por hepatitis han aumentado», señaló Graham Cooke, del Departamento de Medicina del Imperial College de Londres.
La hepatitis es una inflamación del hígado, a menudo causada por virus, abuso de drogas o alcohol, u otras enfermedades autoinmunes. Existen cinco tipos principales, conocidos como A, B, C, D y E.
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Los síntomas principales son:
- Dolor o distensión en la zona abdominal.
- Orina turbia y deposiciones de color arcilla o pálidas.
- Fatiga.
- Fiebre prolongada.
- Picazón.
- Coloración amarillenta de la piel o los ojos.
- Inapetencia.
- Náuseas y vómitos.
- Pérdida de peso.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los tipos A y E se transmiten a través de alimentos o agua contaminados, mientras que B, C y D responden al contacto con los fluidos corporales de una persona infectada.
Se estima que 95% de las personas son conscientes de su infección. Pese a ello, la mayoría las muertes por hepatitis son causadas por los tipos B y C; infecciones que cuentan con un tratamiento capaz de prevenir el desarrollo de enfermedad hepática crónica.
Vía: Notimex/ Medline Plus