Los suplementos alimenticios pueden ser beneficiosos para tu salud, pero también implican riesgos.
Antes de tomar un suplemento platícalo con tu médico, él puede ayudarte a lograr un equilibrio entre los alimentos y nutrientes que tu cuerpo necesita. Te decimos todo lo que necesitas saber acerca de estos productos.
¿Qué son los suplementos?
Los suplementos alimenticios incluyen vitaminas, minerales, hierbas, aminoácidos y enzimas. Se comercializan en tabletas, cápsulas, perlas, cápsulas de gel, polvos y líquidos.
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Beneficios
Algunos pueden ayudarte a obtener las sustancias vitales que el cuerpo necesita para funcionar; otros pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades.
Considera que los suplementos no deben sustituir a las comidas necesarias para una dieta saludable, así que asegúrate de comer una gran variedad de alimentos.
A diferencia de los fármacos, los suplementos no están destinados para tratar, prevenir o curar enfermedades. Esto significa que no deben existir afirmaciones como “reducen el dolor” o “tratan las enfermedades cardíacas”.
Riesgos
Muchos suplementos contienen ingredientes activos con fuertes efectos en el cuerpo, lo que podría afectar o complicar tu salud. Las siguientes acciones pueden conducir a consecuencias perjudiciales, incluso mortales ¡Presta atención!
- Combinación de suplementos.
- Usar suplementos con medicamentos (ya sea con receta o de venta libre).
- Sustituir suplementos por medicamentos recetados.
- Tomar demasiado algunos suplementos, como la vitamina A, vitamina D o hierro.
También puede haber efectos secundarios antes, durante y después de una cirugía. Por lo tanto, asegúrate de tener informado a tu médico sobre todo lo que has tomado.
Suplementos comunes
- Calcio.
- Echinacea.
- Aceite de pescado.
- Ginseng.
- Glucosamina.
- Sulfato de condroitina.
- Ajo.
- Vitamina D.
- Hierba de San Juan.
- Saw Palmetto.
- Ginkgo.
- Té verde.
Vía: Medline Plus