Una alimentación saludable no es comer solamente frutas y verduras. Forma parte de un estilo de vida saludable, en donde cada día se fortalecen las decisiones que llevan a ese estilo de vida.
Las recomendaciones para una alimentación saludable se emiten con la finalidad de proporcionar información correcta, basada en evidencia científica y evitar enfermedades crónicas en la población general. Sin embargo, la presencia de cualquier enfermedad modifica las recomendaciones, siendo más específicas para lograr cubrir las necesidades de nutrimentos, de acuerdo a la característica de la persona que vive con la enfermedad.
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A grandes rasgos y, conforme a las diferentes guías alimentarias emitidas, una alimentación saludable deberá centrarse en lo siguiente:
- La ingesta de calorías debe ser suficiente para alcanzar y mantener un peso saludable.
- Se debe asegurar el consumo de fibra en cada tiempo de comida (25 a 30 gr al día).
- El consumo de frutas y verduras deberá ser preferentemente regional y de acuerdo con la estación, incluyendo las de colores fuertes como verde, rojo y naranja, dado que son una buena fuente de fibra, vitaminas y nutrimentos inorgánicos que le brindan color y textura a los platillos.
- El consumo de cereales se recomienda que sea de preferencia de granos enteros y sin derivados de azúcares.
- Elegir los lácteos y derivados bajos en grasa o libres de grasa.
- Incluir el consumo de una amplia variedad de leguminosas: frijoles, garbanzos, lentejas, habas, garbanzos y chícharos, por su contenido en fibra y proteínas de origen vegetal.
- Preferir el consumo de carnes magras, pescado y aves, como pavo y pollo sin piel.
- Incluir el consumo de oleaginosas como nueces, almendras, cacahuates, pistaches, con moderación y sin sal.
- Utilizar prácticas culinarias cuya presentación promueva el estímulo de los sentidos, como la vista y el olfato, sin la utilización de un exceso de grasa o sodio (cocido, asado, a la plancha, al vapor, etcétera).
- Limitar el consumo de embutidos o alimentos enlatados, ahumados y preparados directamente al carbón (leña).
- Restringir el consumo de sal a menos de 2300 mg al día (es menos de una cucharadita cafetera).
- Preferir los alimentos y las bebidas sobre los suplementos alimenticios como la principal fuente de nutrimentos para cubrir la ingesta diaria recomendada (IDR) por edad, sexo y etapa de crecimiento.
Te invitamos a que visites nuestra sección de recetas, ahí podrás encontrar ejemplos de comidas saludables que con las características que aquí te sugerimos.
Vía: Fundamentos en las diferentes etapas de la vida. Hidratación. Cap. 3. Instituto de bebidas para la salud y el bienestar