El cuerpo se enfría por medio del sudor; sin embargo, durante el clima caliente, especialmente con alta humedad, la sudoración no es suficiente.
La temperatura corporal puede elevarse a niveles peligrosos hasta desarrollarse una enfermedad por calor. La mayoría de estas afecciones se producen a partir del contacto con el calor por demasiado tiempo.
Hacer mucho ejercicio para tu edad y condición física también es un factor determinante. Lamentablemente, los adultos mayores, los niños pequeños y los que están enfermos o con sobrepeso están en mayor riesgo.
Lo recomendable para evitar la deshidratación y lograr la reposición de sal y minerales es beber líquidos. De no hacerlo te expones a las enfermedades relacionadas con el calor, como:
- El golpe de calor. Enfermedad en la que la temperatura corporal puede elevarse por encima de 106 °F (41 °C) en minutos. Los síntomas incluyen piel seca, pulso fuerte y mareos.
- El agotamiento por calor. Enfermedad que puede preceder a un golpe de calor. Los síntomas incluyen sudor excesivo, respiración rápida y pulso débil.
- Los calambres por calor. Dolores o espasmos musculares que ocurren durante el ejercicio intenso.
- El sarpullido por calor. Irritación de la piel por sudoración excesiva.
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Prevención
- Evita bebidas con cafeína o con azúcar en exceso.
- Evita bebidas muy frías o muy calientes.
- Evita comidas pesadas.
- Evita exponerte al sol, especialmente en el horario del mediodía.
- Evita permanecer por mucho tiempo dentro de un vehículo estacionado y cerrado.
- Evita las bebidas con alcohol, pues aumentan la temperatura corporal y las pérdidas de líquido.
- Viste con ropa holgada, liviana y de algodón.
- Mójate el cuerpo con frecuencia.
- Permanece en lugares ventilados o con aire acondicionado.
- Bebe líquidos.
Vía: Medline Plus