«Fue lindo empezar a descubrir otra faceta en mí, sentir que algo crece dentro de ti hace que todo comience a cambiar».
Cada mujer vive de distinta forma las etapas del embarazo y los cambios que a nivel físico y emocional va experimentando cada día.
Aun en la actualidad, no siempre se tiene la oportunidad de planear un embarazo. A veces éste llega por sorpresa y resulta más difícil para la mujer enfrentarse a este cambio en su vida.
Para Jessica González fue una noticia que no esperaba, aunque al pasar el tiempo y al ver los cambios en su cuerpo fue aceptándolo. “Me daba mucho sueño y mi panza crujía como si tuviera hambre, esos fueron los primeros síntomas, me levantaba mucho al baño por las noches y mi menstruación tenía ya un atraso de dos semanas, ahí fue cuando pensé que estaba embarazada. Así que fui a hacerme la prueba de embarazo y salió positiva, quedé en shock. Los primeros meses tuve muchas náuseas y, por consiguiente, vómitos, estaba muy asustada puesto que era muy joven, tenía apenas 20 años”.
“A pesar de esto, fue lindo empezar a descubrir otra faceta en mí, sentir que algo crece dentro de ti hace que todo comience a cambiar; estaba emocionada, pero aún tenía miedo. De pronto sentí la necesidad de protegerlo y el instinto materno surgió. Me emocionaba sentir que crecía, tienes que estar muy al pendiente de los cuidados y de todo el proceso para asegurarte que todo esté bien y que no tenga ninguna malformación. También es lindo preparar su llegada, equipar el cuarto y tener listas las cosas que va a necesitar, es un proceso interesante. Cuando nació y lo vi fue maravilloso, sentí un amor incondicional, es un momento único.”