Cuando se padece artritis, es necesario hacer cambios en el estilo de vida. El ejercicio, por ejemplo, puede ayudar a aliviar la rigidez, reducir el dolor y la fatiga, y mejorar la fortaleza ósea.
Sin embargo, existen momentos en los que el dolor y la inflamación articular disminuyen la capacidad para mover las articulaciones.
Ante estas molestias, la Arthritis Foundation recomienda aprovechar los beneficios del agua caliente. ¿Cómo hacerlo? Te lo explicamos.
- Calienta agua a 90/100 grados Fahrenheit y viértela en una tina.
- Coloca una pelota de tenis debajo de tu espalda —parte baja— y muévete suavemente a lo largo del fondo de la bañera.
- Utiliza sales de Epsom para fortalecer las articulaciones.
Hacer este ejercicio en agua caliente aumenta la temperatura corporal, causando que los vasos sanguíneos se dilaten. Esto incrementa la circulación de la sangre a través del cuerpo y alivia el dolor.
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El agua, por su parte, brinda soporte, disminuye la tensión y permite libre movilidad, además de proveer resistencia media para ayudar a fortalecer los músculos.
No olvides dormir de 8 a 10 horas cada noche y hacer siestas durante el día para prevenir reagudizaciones.
También, te recomendamos no permanecer en una posición por mucho tiempo, o realizar movimientos que ejerzan tensión adicional sobre las articulaciones adoloridas.
Consume una alimentación saludable llena de frutas y verduras, así como alimentos ricos en omega-3. Recuerda que es importante evitar el alcohol y el tabaquismo en exceso.
En muchos casos, la inflamación articular desaparece al recibir tratamiento. Si no lo hace podría tratarse de artritis crónica.
Vía: Health Day/ Medline Plus