El estreñimiento se produce con mayor frecuencia cuando los residuos o heces se mueven demasiado lento a través del tracto digestivo, causando que la materia fecal se vuelva dura y seca.
En el caso específico de los niños, existen algunos signos y síntomas de estreñimiento que deben vigilarse, a fin de evitar alguna complicación seria de salud o hallar un problema médico subyacente. Éstos pueden incluir:
- Menos de tres evacuaciones a la semana.
- Deposiciones que son duras, secas y difíciles de evacuar.
- Heces de gran diámetro que puedan obstruir el inodoro.
- Dolor con la defecación.
- Dolor abdominal (cólicos abdominales).
- Rastros de heces líquidas o similares a arcilla en la ropa interior de tu hijo —una señal de que las heces se regresaron al recto—.
- Heces duras con sangre en su superficie.
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Si tu hijo siente que una evacuación intestinal le hará daño, él o ella quizás trate de evitarla. Esto lo puedes notar si tu hijo cruza sus piernas, aprieta las pompas, retuerce su cuerpo, o hace muecas cuando se trata de contener las heces.
El estreñimiento en los niños por lo general no es grave. Sin embargo, si se vuelve crónico puede conducir a complicaciones o ser una señal de una condición subyacente. Lleva a tu hijo a un médico si el estreñimiento dura más de dos semanas o está acompañado, además de los síntomas mencionados, de fiebre, vómito, pérdida de peso, fisuras en la piel alrededor del ano, y protrusión intestinal hacia afuera del ano (prolapso rectal).
Vía: Mayo Clinic