Científicos australianos han encontrado que hacer ejercicio regularmente puede mitigar los efectos adversos para la salud de la ingesta de alcohol, relacionados con el riesgo de mortalidad por cáncer y enfermedades cardiovasculares.
Los investigadores de la Universidad de Sydney descubrieron que las personas que siguen las pautas de consumo de alcohol (14 unidades por semana para las mujeres y 21 unidades por semana para los hombres), y que realizaron 150 minutos semanales de ejercicio, (como caminar a paso ligero o andar en bicicleta), atenuaron su riesgo de mortalidad en el caso de enfermedades cardiovasculares, y prácticamente lo anularon en el caso de cáncer, en comparación con la gente que bebía la misma cantidad pero que tenía bajos niveles de actividad física.
Sin embargo, los investigadores encontraron una asociación directa entre el consumo de alcohol y el riesgo de mortalidad por cáncer en personas con hábitos de consumo considerados peligrosos (14-35 unidades por semana para las mujeres y 21-49 unidades por semana para los hombres).
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Emmanuel Stamatakis, autor del trabajo, dijo que la investigación sugiere que la actividad física posee «beneficios sustanciales para la salud, incluso en presencia de comportamientos potencialmente nocivos como el consumo de alcohol».
«No podemos sugerir que hacer algo de ejercicio es una licencia para beber más alcohol, ya que el abuso de éste causa daños sociales y a la salud significativos. No obstante, dado que muchas personas no consumen alcohol, nuestro estudio brinda otra razón de peso para motivar y capacitar a las personas para que se activen físicamente, y para pedir a los responsables de crear políticas que inviertan en entornos amigables de actividad física».
El estudio fue publicado en la revista British Journal of Sports Medicine.
Vía: British Journal of Sports Medicine, Notimex