El estrés y la ansiedad son reacciones habituales entre los nuevos estudiantes; sin embargo, es esencial aprender a manejarlas para evitar fobias u otros efectos adversos, según Jeffrey Borenstein, presidente y director general de la Brain & Behavior Research Foundation.
En este contexto —ya sea al entrar a una nueva escuela o al cambiar de empleo—, la mayoría de las personas que se enfrentan a un nuevo entorno, con distintas personas y responsabilidades, sienten temor y ansiedad.
«Es natural que la gente experimente algo de ansiedad ante las situaciones nuevas, pero hay una diferencia entre sentir nervios y el tipo de ansiedad abrumadora que afecta a la capacidad de un estudiante de tener éxito académica y socialmente», comentó Borenstein.
Desafortunadamente, en el caso de los estudiantes, las tentaciones del nuevo estilo de vida pueden aumentar la ansiedad y afectar la capacidad de concentración.
Para el especialista, los padres pueden ayudar de diversas formas. Por ejemplo:
- Abriendo un diálogo para saber cómo se siente su hijo ante las nuevas responsabilidades.
- Haciéndole saber que no está solo, y que puede contar con sus padres cuando lo necesite.
- Ayudándole a comprender que la mayoría de sus compañeros también se sienten ansiosos.
Más allá del tema social, los jóvenes deben alimentarse bien, dormir lo suficiente, hacer ejercicio de forma regular y evitar los excesos, según Borenstein.
Como padre, lleva a tu hijo con un especialista si notas algún síntoma de pánico. A continuación, te mencionamos algunos.
- Molestia o dolor torácico.
- Mareo o sensación de desmayo.
- Miedo a morir.
- Miedo a perder el control.
- Sensación de asfixia.
- Sentimientos de separación.
- Náuseas y malestar estomacal.
- Entumecimiento u hormigueo en manos, pies o cara.
- Palpitaciones, frecuencia cardíaca rápida o latidos cardíacos fuertes.
- Sensación de dificultad para respirar o sofocación.
- Sudoración o escalofrío.
- Temblor o estremecimiento.
Vía: Health Day