Con las largas jornadas laborales y el trabajo en el hogar, es común que exista cansancio. Sin embargo, sentir fatiga sin ninguna razón, y por un periodo prolongado, puede ser respuesta de problemas alimenticios.
La dieta juega un papel importante en este problema, pues la deficiencia de hierro, la cual provoca anemia, tiene un efecto negativo sobre los niveles de energía.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 30% de la población mundial sufre de anemia. Pero, ¿por qué la falta de hierro nos hace sentir cansados?
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Recordemos que la sangre se compone de glóbulos rojos, los cuales se encargan de transportar el oxígeno a los pulmones, así como al resto del cuerpo.
Estos glóbulos deben ser remplazados cada 120 días, aproximadamente. Para ello, la médula ósea —productora de millones de glóbulos rojos— debe estar saludable. Esto se consigue a través del hierro y las vitaminas.
Cuando existe una deficiencia de estos nutrientes, los órganos y tejidos no funcionan correctamente. En este sentido, la anemia provoca:
- Cansancio.
- Falta de energía.
- Mareos.
- Dificultad para respirar.
- Sensación de taquicardia.
La dieta no es la única responsable del desarrollo de la anemia; pese a ello, aumentar el consumo de hierro puede ayudar.
Además de la ausencia de hierro, la insuficiencia de vitamina D puede provocar fatiga, cambios de ánimo y dolor de huesos. Lo mismo ocurre si no consumes vitamina B12 y zinc.
Es importante que antes de tomar suplementos, o imputar tu cansancio a este padecimiento, visites a un médico para conocer un diagnóstico profesional.
Recomendaciones alimenticias
- Espinacas y hortalizas verdes.
- Tofu o queso de soya.
- Chicharos y lentejas
- Soya, garbanzos y frijoles.
- Frutas secas, como ciruelas pasas, uvas pasas y chabacanos.
- Jugo de ciruelas pasas.
- Cereales y panes enriquecidos con hierro.
- Pollo y pavo.
- Carne de cerdo.
- Pescado y mariscos.
Vía: BBC Salud/ Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre