Es usual que los bebés presenten algunas afecciones durante las primeras semanas posteriores al nacimiento. Sin embargo, no deben pasarse por alto. Es esencial que si detectas algo raro en el organismo o desarrollo de tu bebé, acudas inmediatamente con un pediatra.
A continuación, te contamos sobre algunos padecimientos que podrían aquejar a los más pequeños del hogar.
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Distensión abdominal
En la mayoría de los casos, el abdomen de los bebés sobresale, especialmente después de ingerir leche materna. Pese a ello, debe sentirse blando, es decir, si el abdomen de tu hijo está hinchado y duro —sin deposiciones en uno o dos días—, es probable que sufra de estreñimiento o gases. Lamentablemente, también podría tratarse de un problema intestinal grave.
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Lesiones vinculadas al parto
Cuando el trabajo de parto es largo o difícil, los bebés suelen sufrir lesiones, algunas de ellas de recuperación lenta. Puede tratarse de una clavícula rota, que se cura rápidamente si el brazo es inmovilizado; o debilidad muscular, a causa de la presión o el estiramiento de los nervios conectados a los músculos.
Es estos casos, es importante que el pediatra te muestre cómo amamantar y sostener al bebé para promover su recuperación.
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Tos
No es raro que los bebés tosan al beber líquidos, esto puede deberse a la fuerza o rapidez con la que baja la leche de la mamá. Pese a ello, si el menor tose continuamente o tiene arcadas durante todas las tomas, debes consultar a un pediatra. Toma en cuenta que estos síntomas podrían indicar un problema en los pulmones o el tracto digestivo.
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Ictericia
Algunos bebés tienen un tinte amarillo en la piel, conocido como ictericia. Esto ocurre debido a la acumulación de una sustancia química en la sangre, denominada bilirrubina. Si bien podría no ser grave, debido a que el hígado del bebé aún es inmaduro, puede convertirse en una afección grave si la bilirrubina alcanza un nivel muy alto, provocando, incluso, un daño en el sistema nervioso o en el cerebro.
La lactancia materna es fundamental para disminuir los niveles de bilirrubina. Es importante amamantar al bebé de ocho a 12 veces al día.
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Dificultad respiratoria
Es normal que los bebés tarden un poco en formar un patrón normal de respiración; no obstante, puede tratarse de un bloqueo en los conductos nasales. Esto puede solucionarse con el uso de gotas nasales de solución salina —prescritas por un pediatra—.
Toma en cuenta que podría tratarse de un problema grave. Visita al pediatra si detectas en tu bebé:
- Respiración rápida.
- Retracciones —esfuerzo para respirar—.
- Ensanchamiento de la nariz.
- Resoplidos durante la respiración.
- Coloración azul de la piel.
Vía: HealthyChildren.org