Desde el nacimiento, la respiración se vuelve un hábito natural del cuerpo. Lo hacemos de forma automática. Sin embargo, cuando se incursiona en el mundo de la activación física, las prioridades se centran en los kilómetros, las series, la alimentación, el descanso, pero casi nunca en la oxigenación del cuerpo.
Entrenar la respiración es importante, pues no sólo se trata de tomar y soltar aire. Al activar el cuerpo, principalmente al correr, es posible que surja la sensación de falta de aire. Más que una molestia, es un hecho que perjudica al organismo, debido a que el oxígeno es fundamental para el funcionamiento de los músculos.
Cuando se realizan actividades físicas intensas, el cuerpo necesita oxígeno en grandes cantidades. Por ejemplo, un deportista entrenado puede incrementar su consumo de oxígeno hasta 30 veces —en comparación con su respiración en reposo—.
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Recomendaciones
Lo habitual es tomar aire por la nariz y expulsarlo por la boca. Pese a ello, algunas personas se acomodan mejor de la otra forma. Hazlo como te sientas más cómodo. Toma en cuenta que respirar por la nariz ofrece más ventajas: el aire entra más limpio a los pulmones, en condiciones adecuadas de temperatura y humedad.
Sigue estos consejos:
- Toma aire profundamente, desde el diafragma hasta llenar los pulmones por completo.
- Expulsa el aire del todo.
- Concéntrate en tu respiración, intentando reducir la frecuencia e incrementando el volumen del aire.
- Sostén un ritmo constante en el tiempo.
- Evita una respiración superficial. Esto hará que tu organismo suba la frecuencia cardíaca para intentar compensar el oxígeno faltante, provocando agotamiento.
Antes de realizar cualquier actividad física, visita a un médico. Es importante conocer tu estado de salud para evitar lesiones o consecuencias desfavorables.
Vía: El Confidencial
