Cada vitamina juega un papel importante en la nutrición y desarrollo del cuerpo humano. ¿Alguna vez te han recomendado consumir zanahorias para cuidar tu vista? Esto se debe a su alto contenido en vitamina A, misma que interviene en el crecimiento de los huesos, las funciones celulares y la protección del sistema inmune.
La vitamina A es un antioxidante presente en los alimentos. Existen dos tipos, la preformada, que se encuentra en la carne, el pescado y los productos lácteos; y la provitamina A, presente en las frutas, verduras y otros productos de origen vegetal.
Alimentos ricos en vitamina A
- Hígado vacuno.
- Ciertos tipos de pescado —salmón—.
- Hortalizas y otras verduras de color verde, anaranjado y amarillo —brócoli, zanahorias y calabacines—.
- Frutas —melón, damascos y mango—.
- Productos lácteos.
- Cereales fortificados.
Algunas personas necesitan más este nutriente; por ejemplo, los bebés prematuros, los niños de corta edad, las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, y las personas con fibrosis quística. Si bien es común la deficiencia de este elemento, puede atraer consecuencias severas, como xeroftalmia, una enfermedad ocular que causa ceguera.
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Es importante considerar que las dosis elevadas de algunas formas de vitamina A pueden ser perjudiciales. Algunos síntomas son: mareos, náuseas, dolores de cabeza y coma. Esto es especialmente dañino para las mujeres embarazadas.
La cantidad de vitamina A necesaria depende de diversos factores, como la edad y la etapa reproductiva. Si consideras que presentas alguna deficiencia, o tienes dudas al respecto, visita a un especialista.
Vía: Medline Plus/ Institutos Nacionales de la Salud, E.U.