Realizar actividad física es esencial para alcanzar un estilo de vida saludable. Este tema es especialmente importante para las mujeres, quienes consideran el ejercicio como una de las principales vías para perder peso tras el embarazo.
Existen muchas creencias y consejos acerca de lo que se debe o no hacer. De acuerdo con Francisco Sánchez Diego, director del centro femenino Vivafit en Santander, España, muchas afirmaciones al respecto carecen de fundamento.
Conoce los consejos que más se comparten y descubre si se trata de mitos o realidades.
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Es necesario esperar seis semanas después del parto.
A decir del especialista, esto es verdad. Como ocurre en la mayoría de los casos relacionados con el cuerpo y el organismo, depende de las características de cada persona, así como del tipo de parto.
La recomendación general es esperar entre cuatro y seis semanas antes de iniciar un plan de entrenamiento, con el fin de que el cuerpo vuelva a su estado normal. «Hay que tener en cuenta que ha sufrido una distensión, se ha adaptado al embarazo modificando sus propiedades y demandas», indicó el especialista.
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Deben realizarse muchas abdominales.
Falso. Es importante considerar que el abdomen se encuentra debilitado. Ante ello, la solución no es someterlo a una carga física extenuante sin pasar por un proceso de recuperación.
«Hay que tomar en cuenta que el cuerpo asume una nueva estructura y todos los órganos se deben reacomodar una vez que sale el feto», comentó el preparador físico.
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Fomenta la pérdida del sueño.
De acuerdo con Sánchez Diego, gracias al ejercicio se activa el metabolismo, por lo que se tiene mayor vitalidad. Además, contrarresta síntomas de depresión posparto. En este sentido, la actividad física trae beneficios físicos y mentales.
En cuanto al sueño, ayuda a eliminar tensión, principalmente en la zona lumbar. Esto ayuda al nivel de relajación y favorece un mejor patrón de sueño.
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No es favorable para la lactancia.
De acuerdo con el Centro Nacional de Biotecnología de Estados Unidos, seguir un programa de bajo impacto no afecta los niveles de las hormonas relacionadas con la lactancia.
La alimentación es un punto al que hay que prestar especial atención. Recuerda que después de hacer ejercicio, es necesario compensar lo que el cuerpo requiere y lo que el bebé necesita para su correcta nutrición.
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A pesar de los buenos hábitos, el cuerpo no recupera su forma.
La clave para lograr un cambio positivo es haber estado activa antes, durante y después del embarazo. Es posible que cueste mucho volver al cuerpo que se tenía con anterioridad, pero no es imposible. Procura que las nuevas responsabilidades no te dejen sin momentos para cuidar tu salud.
Vía: BBC Salud