Aunque existían ciertas sospechas sobre la relación entre el estrés y la obesidad, aún no se había confirmado científicamente. No obstante, un reciente estudio parece haber encontrado dicho vínculo.
En la investigación, llevada a cabo en Reino Unido, se encontró que el estrés ocasiona, a largo plazo, el desarrollo de obesidad.
Esto se debe, en parte, porque el sentir estrés provoca que las personas recurran a consumir alimentos con muchas calorías.
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Para corroborar este vínculo, los investigadores midieron los niveles de cortisol (que es la hormona responsable del estrés). Y, aunque en estudios anteriores también se había recurrido a esta medición, este estudio pudo medir los niveles generales de estrés a lo largo de dos meses para obtener un panorama del efecto a largo plazo.
Los niveles altos de cortisol estuvieron relacionados con obesidad persistente a lo largo del tiempo, explicó Sarah E. Jackson, epidemióloga del University College London, en Inglaterra, Reino Unido y autora principal del estudio.
De acuerdo con la especialista, aunque no sea posible eliminar el estrés, “puedes encontrar maneras de controlarlo. Incluso es posible que te ayude estar consciente de que el estrés puede hacerte comer más”.
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Si sueles ser una persona que se estresa con facilidad trata de llevar un ritmo de vida más relajado. Si bien el trabajo es algo importante, recuerda que es aún más importante tu salud. Si tu trabajo te estresa mucho opta por platicarlo con tu superior o, en caso de no llegar a un acuerdo, puedes buscar otro donde sientas que podrás estar más tranquilo(a).
Si los problemas que te generan estrés son de otra índole, como económicos, familiares o personales, háblalos con alguien de tu confianza o un profesional, te sentirás mejor y podrás encontrarles una solución que reduzca tu carga de estrés.
Vía: The New York Times