Los primeros signos de una infección por VIH suelen aparecer después de 2-6 semanas en forma de síntomas similares a la gripe. Esta condición se conoce como «enfermedad de seroconversión«. La seroconversión es la etapa durante la cual el cuerpo de una persona produce anticuerpos contra el VIH, significando que el sistema inmunológico se encuentra combatiendo la infección.

Los síntomas similares a la gripe que acompañan a la seroconversión incluyen:

  1. Fiebre
  2. Erupción cutánea
  3. Dolor de garganta
  4. Glándulas hinchadas
  5. Dolor en las articulaciones o en los músculos

Estos síntomas suelen durar de 1 a 2 semanas. Una vez que el período de seroconversión ha terminado, la persona podría no experimentar síntomas de VIH durante varios años.

Aunque estos individuos tienden a sentirse bien en dicha etapa, es importante recordar que el VIH sigue activo. A medida que continúa reproduciéndose e infectando nuevas células, el VIH también daña el sistema inmunológico de la persona, significando que es incapaz de proteger al cuerpo de la enfermedad.

Recuerda, el VIH infecta a una célula primero uniéndose y fusionándose con las células T del huésped. Las células T, también conocidas como células CD4, son un tipo de glóbulos blancos que forman parte crucial del sistema inmunológico. Una vez dentro de las células huésped, el VIH se multiplica. El virus daña o destruye las células antes de que continúe infectando más células.

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Asimismo, un recuento de células CD4 es un indicador de la salud del sistema inmunológico de una persona. Un recuento saludable de CD4 oscila entre las 500 y 1,500 células/mm3.

 

Vía: Medical News Today