Aunque muchas personas no lo crean, gran parte de las enfermedades pueden ser prevenidas con nuestros comportamientos y costumbres diarias. A veces, sin saberlo, con realizar unos cuantos minutos de actividad física al día podríamos estar ayudándonos a prevenir enfermedades futuras.
Y esta situación se repite a lo largo de nuestra vida, no haber desarrollado comportamientos como este durante nuestra juventud, no significa que seamos incapaces de hacerlo durante la adultez. Ese es el caso con la actividad física y su papel fundamental para combatir las enfermedades cardíacas en adultos mayores.
Según una reciente declaración de la Asociación Americana del Corazón, hacer ejercicio de forma regular es una potente medicina que ayuda a los adultos mayores a combatir enfermedades del corazón.
“Muchos proveedores de atención de la salud solo se concentran en la gestión médica de las enfermedades, sin enfocarse de forma directa en ayudar a los pacientes a maximizar su función física”, expuso el doctor Daniel Forman, profesor de medicina en el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh y en el Sistema de Atención de la Salud de la VA de Pittsburgh.
Conoce más: 5 maneras fáciles de incorporar actividad física a tu rutina diaria de trabajo
De acuerdo con el doctor Forman, la actividad física debe ser parte clave de la atención de los adultos mayores con enfermedad cardiaca que deseen reducir sus síntomas y fomentar su resistencia.
“Enfatizar la función física como parte fundamental de la terapia puede mejorar la calidad de vida de los pacientes mayores, y su capacidad de realizar las actividades de la vida cotidiana”, agregó el especialista.
Actividades simples y cotidianas como caminar y hacer tareas domésticas a diario puede resultar útil para los tratamientos de personas mayores de 70 años con enfermedades cardíacas, señaló el experto.
Asimismo, indicó que el entrenamiento de resistencia y de equilibrio pueden prevenir caídas. El tai chi y yoga son una excelente opción también, pues pueden aumentar la fuerza, equilibrio y las capacidades aeróbicas de los pacientes.
Vía: Health Library
