Existen enfermedades crónicas que disminuyen la calidad de vida, aún cuando se adopta un estilo de vida saludable tras el diagnóstico. Es el caso de la osteoartritis, la cual surge tras la ruptura del cartílago que sirve de amortiguador para las articulaciones.
Lamentablemente, este padecimiento —que ocasiona fuertes dolores— es más común en los adultos mayores que han sufrido lesiones previas, o en aquellas personas que han realizado actividades vigorosas y repetitivas durante un periodo prolongado. Otro factor de riesgo es el sobrepeso, debido a que existe una fuerte presión sobre el cuerpo, aumentando el riesgo de desgaste y ruptura de las articulaciones.
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Ejercicio, un gran aliado
De acuerdo con un estudio realizado por Consumer Reports, casi la mitad de las personas que prueban con tratamientos alternativos, como la acupuntura, muestran una gran mejoría. Pero existe un hábito clave para reducir las molestias: se trata del ejercicio.
Aunque pareciera contraproducente, los ejercicios suaves pueden aliviar el dolor de rodillas tanto como los medicamentos, a decir de una revisión de 32 estudios sobre el tema. Esto no quiere que se deba abandonar el tratamiento prescrito por un médico, sino que existe una alternativa para mejorar los resultados.
En este sentido, las actividades de bajo impacto —como caminar o nadar— son las ideales. También podrían funcionar, según sea el caso, las compresas calientes o frías, así como preparaciones tópicas que producen una sensación de calor o frío.
Considera que prevenir es lo mejor. Procura llevar un estilo de vida activo y mantener un peso saludable. Según especialistas, perder tan sólo un 5% del peso corporal disminuye el riesgo de osteoartritis en las rodillas. ¡No te arriesgues!
