La fatiga es una queja común entre las personas con artritis, pero hacer algunos cambios en el estilo de vida puede ayudar a mantenerla bajo control.
Para ello, la Fundación para la Artritis de Estados Unidos sugiere:
- Hacer ejercicio de manera regular, incrementando gradualmente tu entrenamiento a la mayoría de los días de la semana.
- Comer alimentos nutritivos, incluyendo verduras, nueces, semillas y granos enteros.
- Utilizar un bastón o un soporte (rodillera) para sostener tus articulaciones cuando sea necesario.
- Lograr dormir adecuadamente apegándote a un horario consistente para ir a la cama y despertar.
- Tomar descansos cortos durante el día.
La fatiga afecta significativamente la calidad de vida de las personas que padecen muchas formas de enfermedades relacionadas con la artritis, incluyendo la artritis reumatoide, artritis psoriásica, espondiloartritis, lupus, fibromialgia y osteoartritis. Su falta de energía puede deberse a su enfermedad inflamatoria y a otras condiciones de salud que posean, así como a los efectos secundarios de los medicamentos y a sus hábitos de vida.
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Recordemos que si la artritis es de origen autoinmune, el sistema inmunológico ataca al cuerpo, dando como resultado la inflamación. En general, el cuerpo experimenta estrés mientras intenta hacer frente a la liberación de citoquinas inflamatorias (proteínas) en la sangre. Eso puede causar fatiga, especialmente cuando la actividad de la enfermedad es alta o la inflamación de bajo grado permanece durante mucho tiempo.
