La mayoría de las personas consume sal en exceso, incluso, rebasa los límites establecidos por especialistas en salud. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se ingieren de 9 a 12 gramos por día en promedio, es decir, dos veces la ingesta máxima recomendada.

El consumo elevado de este componente se ha relacionado con la hipertensión arterial, así como con el aumento del riesgo de cardiopatía y accidente cerebrovascular. Estos problemas se deben, principalmente, a la producción creciente de alimentos procesados, según la organización. De igual forma, los modos de vida —en los que prevalece una gran carga laboral— han modificado ciertos hábitos alimenticios.

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Así, la población mexicana elige alimentos ricos en energía —calorías—, grasas saturadas, ácidos grasos trans, azúcar y sal; al tiempo que reduce la ingesta de frutas, verduras y fibra. Lamentablemente, este problema no sólo afecta a los adultos, pues los niños también han transformado su alimentación, al grado de ocupar el primer lugar en obesidad a nivel mundial.

A decir de la OMS, los menores de 2 a 15 años deben consumir menos sal que aquella recomendada para los adultos, es decir, menos de 5 gramos al día —una cucharada de té—, lo cual dependerá de su edad. Esta recomendación no comprende el periodo de lactancia natural —de 0 a 6 meses—, ni el de alimentación complementaria —de 6 a 24 meses—.

Se recomienda a los padres seguir las siguientes medidas para reducir el consumo de sodio en el hogar.

  • No agregues sal durante la preparación de los alimentos.
  • No coloques saleros en la mesa.
  • Limita el consumo de tentempiés salados.
  • Elige productos productos hiposódicos —con poca sal—.

 

Vía: OMS