- Una bebida se compone de fruta. La otra tiene cafeína. Así que un jugo parece una opción más saludable que un café, ¿no?
- ¿Qué es más saludable? ¿El café o los jugos de fruta concentrados?
Parece obvio que la respuesta debe ser un jugo. Después de todo, el consumo de café es un mal necesario, así como tomar un jugo, hecho a base de frutas, forma parte de las «cinco piezas de fruta al día». Pero cuando nos fijamos en los estudios científicos, revelan algo mucho más sorprendente.
Se han realizado numerosos reclamos a lo largo de los años de que el consumo de café aumenta el riesgo de toda una serie de males terribles, desde enfermedades cardíacas hasta el cáncer. Estas afirmaciones se han basado en gran medida en casos de estudios, donde se toma a un grupo de personas que bebe café y se compara con otro grupo similar que no lo hace. El problema de este enfoque es que los consumidores de café tienen más probabilidades de tener otros «malos» hábitos, como beber alcohol o fumar, que los que no lo hacen, por lo que es difícil identificar lo que realmente está haciendo el daño.
Los investigadores recomiendan un consumo moderado de café para no perder las propiedades beneficiosas.
Una forma de tener resultados concluyentes es hacer lo que se denomina un «estudio de cohorte prospectivo». Esto es, se toma a un grupo de individuos sanos, se reúnen datos sobre ellos y entonces se les hace un seguimiento durante un número de años para ver su evolución. Cuando los científicos recopilaron datos sobre los hábitos de consumo de café de 130,000 hombres y mujeres y luego los siguieron por más de 20 años, encontraron que el café era mejor de lo esperado.
El estudio, “La relación del consumo de café con la mortalidad”, no asoció «el consumo regular de café con una mayor tasa de mortalidad en hombres o mujeres».
Los datos de esta investigación, publicada en 2008, sugirieron que el consumo moderado de café es ligeramente protector, lo que lleva a disminuir, también ligeramente, todas las causas de mortalidad en los bebedores de café, más que en los que no lo consumen.
Con base en este y otros estudios, la «dosis» recomendada es de dos o tres tazas al día. Si se toma más cantidad, «desaparecen los beneficios».
Hay cientos de sustancias diferentes en el café, incluyendo muchos compuestos flavonoides diferentes, que se encuentran ampliamente en plantas y que tienen efectos antioxidantes.
Pero, ¿qué ocurre entonces con los jugos de frutas? Aunque se compongan de fruta, en el momento en que uno se deshace de la cáscara y machaca la fibra, se pierden muchos de los beneficios potenciales para la salud. Lo que queda es, sobre todo, una bebida azucarada. En un estudio publicado a principios de 2013, los investigadores encontraron que de 52 batidos comerciales, 41 contenían más azúcar que Coca-Cola, y todos contenían más calorías.
Además, los jugos de frutas son ácidos y la pulpa se queda entre los dientes, lo que tampoco entusiasma a los dentistas. Una manzana al día puede mantener alejado al médico, pero no cuando se ha pelado, mezclado, triturado y empacado.
Por lo general, diferentes investigaciones probaron que mientras que comer fruta tenía propiedades beneficiosas, beberla producía el efecto contrario.
Entre otros ejemplos, un estudio publicado en agosto de 2013 en el British Medical Journal, sobre el consumo de frutas y el riesgo de diabetes tipo 2, reveló que pese a que comer fruta reduce el riesgo de desarrollar diabetes, beberla parece aumentarlo.
Este gran estudio incluyó el seguimiento durante años de un gran número de personas.
Diferentes frutas dieron diferentes niveles de beneficio. Tres porciones de arándanos, por ejemplo, reducían el riesgo de diabetes en un 26%, mientras que manzanas, peras, plátanos y pomelos tuvieron un efecto positivo mucho más pequeño.
En general, aquellos que comieron fruta redujeron su riesgo de desarrollar diabetes en un 2%, mientras que los que la bebieron (más de tres vasos de jugo de fruta a la semana) lo aumentaron en un 8%.
Vía: BBC Mundo