El uso de albercas o estanques debe estar acompañado de una buena higiene, tanto de las personas como de la instalación, debido a que son lugares que favorecen la proliferación de amibas, de acuerdo con la especialista del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Matilde Mineko Shibayama Salas.

A decir de la experta, existe una condición llamada meningoencefalitis, causada por la amiba patógena Naegleria fowleri, que habita en cuerpos de agua dulce templados y, que al ingresar por la nariz, puede dirigirse al cerebro donde provoca una inflamación muy intensa.

La meningoencefalitis causa síntomas neurológicos graves, algunos de ellos son:

  • Fiebre elevada.
  • Vómito.
  • Fotofobia.
  • Convulsiones, que pueden desembocar en un estado de coma —que podría ocasionar la muerte—.

«La amiba puede degradar el moco (de la cavidad nasal), barrera natural que tenemos para atrapar microbios y que nos protege para evitar que lleguen al sistema nervioso central», señaló.

Sorprendentemente, los casos registrados hasta hoy coinciden con antecedentes de natación en agua dulce contaminada. Por ello, es sumamente importante prestar atención a las alertas sanitarias y revisar que en las albercas no exista materia orgánica.

Recomendaciones

1. Dúchate antes de entrar a la alberca y báñate inmediatamente después de salir.
2. Utiliza gafas para piscina, con el fin de evitar conjuntivitis e inflamación por exceso de cloro.
3. Seca muy bien tu cuerpo al salir de la piscina.
4. Usa sandalias tanto en las inmediaciones como en las duchas.
5. Cuida a tus hijos para evitar accidentes fecales o urinarios.
6. No tragues el agua de la alberca y evita que entre en tu boca.
7. De ser necesario, cambia pañales en el cuarto de baño y no junto a la piscina. Recuerda que los gérmenes pueden propagarse.
8. Baña a tus hijos antes y después de que entren a la alberca.

 

Vía: Notimex