De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es necesario caminar 10 mil pasos al día, en promedio, para mantener un buen estado de salud, pero ¿esto es suficiente?
Es importante recordar que caminar es una actividad física con múltiples beneficios. Según la organización, hacerlo diariamente ayuda a reducir el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer de mama y de colon, depresión y caídas. Además, es esencial para mejorar la salud ósea, quemar calorías y controlar el peso.
El sedentarismo, por su parte, es el cuarto factor de riesgo en lo que respecta a la mortalidad mundial, debido a que aumenta las probabilidades de cáncer y diversas enfermedades crónicas.
“La actividad física y la conducta sedentaria son consideradas (…) comportamientos opuestos”, según Russel Pate, profesor de Ciencia del Ejercicio en la Facultad de Salud Pública Arnold, en la Universidad de Carolina del Sur en Columbia.
Así, la actividad física es considerada cualquier actividad que requiera el movimiento del cuerpo, al tiempo que exija gasto de energía, en tanto que el sedentarismo “incluye actividades que involucran poco o ningún movimiento, como sentarse frente a una computadora, recostarse en el sofá, manejar, etcétera”, aclaró Pate.
¿Caminar 10 mil pasos te vuelve una persona activa?
Sí y no. Es decir, puedes ser una persona activa por las mañanas, al practicar algún tipo de deporte o ejercicio, y ser sedentario por las tardes, en caso de que pases mucho tiempo frente a la computadora o la televisión.
A decir de especialistas, pasar mucho tiempo sentado perjudica más que tu circulación, al detonar enfermedades como sobrepeso, diabetes y problemas de colesterol, incluso si existe algún tipo de entrenamiento por las mañanas.
Lo ideal es, como primera medida, mantenerse activo durante todo el día, ya sea que estés en la oficina o en tu hogar. Si bien las caminatas resultan la actividad física que más podría apegarse a tu rutina, puedes ir incorporando otras actividades en tu día a día, como transportarte en bicicleta, realizar ejercicios en tu escritorio, utilizar las escaleras en vez del elevador, etcétera.
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¡Actívate todos los días! No olvides que, además de mejorar tu salud, te sentirás mejor anímicamente.
