Tan sólo en Estados Unidos, más de 43 millones de personas, alrededor del 18 por ciento de la población de ese país, ha padecido algún trastorno mental durante el último año, según las más recientes encuestas dadas a conocer por la Administración de Servicios de Salud Mental y de Abuso de Sustancias (SAMHSA, por sus siglas en inglés).
Estos trastornos —los cuales se caracterizan por la aparición de cambios significativos en el estado de ánimo, los pensamientos o el comportamiento— a menudo dificultan las actividades cotidianas y deterioran las relaciones con la familia y los amigos.
Si un ser querido padece un trastorno mental, la SAMHSA sugiere llevar a cabo lo siguiente:
- No te culpes a ti mismo(a) ni a la persona con el trastorno. No es un «problema de actitud», sino una condición médica.
- Escucha a la persona cuidadosamente, pero no la juzgues.
- Pregunta con gentileza si puedes concertar una cita con un profesional de la salud. La persona afectada puede no ser capaz de hacer esto.
- Dependiendo de qué tan preocupado(a) estés por la persona afectada, evita la tentación de discutir con ella o de convencerla de que tiene un problema.
- Lleva a tu ser querido a la sala de emergencias (de preferencia de un hospital psiquiátrico) si él o ella expresa el deseo de suicidarse.
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Es importante agregar que las personas que sufren un trastorno mental están asociadas con la idea compartida socialmente de que, supuestamente, son peligrosas. Dicho estigma constituye un problema de grandes repercusiones, no sólo por el sufrimiento propio de la enfermedad de quien lo padece, sino porque además se extiende a los familiares en cuanto a discriminación, rechazo, ocultamiento y exclusión por las ideas negativas que se construyen alrededor de ellos.
Por lo anterior y para atacar esta problemática, es necesario continuar trabajando en el campo de la salud y la enfermedad mental dentro de los grupos familiares, redes solidarias, instituciones de salud y comunitarias, a fin de reconfigurar las representaciones sociales que connotan discriminación, inequidades en el cuidado y ocultamiento de la diferencia/exclusión que implica disminuir la carga de los trastornos mentales.
Vía: Health Day News / Elsevier
