De acuerdo con instituciones nacionales de salud, el cáncer gástrico es el segundo más mortal y el quinto más común en México.
A pesar de ello, en muchos de los casos no se detecta a tiempo esta afección, debido a que muchos de sus síntomas pueden asociarse con otras enfermedades, expuso Margarita Dehesa, gastroenteróloga del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Los cánceres del aparato digestivo tienden a desarrollarse lentamente, sin embargo, antes de que se forme un verdadero cáncer, a menudo ocurren diversos cambios en la mucosa del estómago”, pero estos cambios tempranos casi nunca causan síntomas, por lo que no se detectan, lamentó la especialista.
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En cambio, cuando el cáncer gástrico avanza, existen síntomas que podrían ayudar a diagnosticarlo a tiempo:
-Malestar en el abdomen, justo encima de la zona del ombligo.
-Sensación de estar satisfecho a pesar de haber comido poco.
-Sangre en las heces con apariencia negruzca y olor muy fétido.
-Acidez e indigestión constantes, con y sin ingesta de alimentos.
-Dificultad para pasar alimentos.
-Pérdida de peso sin razón aparente.
-Falta de apetito.
-Gastritis severa y persistente.
-Náuseas o vómitos que pueden tener presencia de sangre.
“Cuando los síntomas y signos sugieren que la enfermedad podría estar presente, es necesario realizar una endoscopia, con la que se puede confirmar o descartar el diagnóstico”, explicó Dehesa.
Aunque lamentablemente no existe una manera segura de prevenir el cáncer gástrico al 100%, la Sociedad Americana Contra el Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés) expone que sí hay medidas de salud que se pueden tomar para reducir el riesgo de padecerlo:
1 Llevar una alimentación rica en frutas y verduras frescas. Comer al menos una cantidad de frutas y verduras equivalente a 2 tazas y media todos los días.
2 Evitar comer alimentos ahumados o conservados en vinagre. Tampoco se recomienda comer demasiada carne o pescado salados.
3 Optar por panes, pastas y cereales de granos enteros (productos integrales) en lugar de granos refinados.
4 Comer pescado, aves o habas en lugar de carnes rojas y procesadas.
5 Mantener un peso saludable durante el transcurso de la vida al balancear el consumo calórico con la actividad física.