El dolor en los niños es una situación que tristemente cuenta con muchos mitos falsos a su alrededor. Mismos que ponen en riesgo la salud integral de los pequeños y, en algunas ocasiones, incluso su vida, indicó una especialista.
Sentir dolor es algo que claramente pueden experimentar los niños, y el cual puede ir desde un síntoma de resfriado hasta aquellos dolores que alertan sobre un tumor, expuso María Antonieta Flores Muñoz, especialista del Hospital General de México ‘Dr. Eduardo Liceaga’.
La experta lamentó que en nuestro país los mitos alrededor de este tema hacen que muchas veces la atención médica se retrase.
Pensamientos erróneos como que el dolor purifica o hace más fuertes a los niños, que los varones deben aguantarse, o incluso que los bebés no experimentan dolencias, ponen en riesgo la salud de los menores de edad, advirtió Flores Muñoz.
“El no dar credibilidad al dolor en un niño puede costarle la vida, o la función de algún órgano. Hay dolor agudo que se presenta por alguna causa como un golpe, y también está el dolor que alerta de que algo anda mal, y también el crónico derivado de enfermedades como el cáncer, hemofilia, VIH, entre otras”, explicó.
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La especialista subrayó que si el dolor es recurrente en los pequeños (por lo menos una vez cada tres meses), si dura una semana o más, o es intenso, se debe acudir al médico, lo cual es necesario para descubrir el origen del mismo.
De acuerdo con un estudio realizado recientemente en primarias de la Ciudad de México, se encontró que por lo menos el 24% de la población escolar sufre algún dolor, principalmente de articulaciones.
En este caso, indicó Flores Muñoz, no hay que quedarse con que estas dolencias se deben al llamado “dolor del crecimiento”, porque por lo regular esas molestias tienen su origen en un malestar ortopédico, o puede deberse al consumo de sustancias como el plomo.
Por otra parte, se calcula que aproximadamente el 40% de los adolescentes aseguran padecer dolor de cabeza. En esos casos, destacó la especialista, “hay que estar atentos porque puede tratarse de migraña o incluso de la manifestación de un problema de salud más grave”.
Finalmente, la especialista exhortó tanto a los padres de familia como a los médicos a no ignorar ni subestimar los dolores que aquejen a los niños. Estas dolencias deben recibir la misma atención que el dolor experimentado por adultos.
Vía: Notimex
