Los dispositivos móviles se han convertido en una especie de ‘nuevos juguetes’ para los niños contemporáneos. Sin embargo, que su uso sea de lo más común no significa que estos aparatos no representen peligro alguno a la salud de los pequeños.
De no poner algunos límites, los menores podrían desarrollar una dependencia hacia estos dispositivos, la cual puede llegar a provocar casos de estrés y ansiedad, destacó un especialista.
En casos extremos, la dependencia a esta clase de dispositivos puede provocar nomofobia, que es el miedo a no poder usar el celular, y es detonante de alteraciones en la salud mental, señaló Gustavo Martos Alvidrez, especialista de los Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud.
La ansiedad es una respuesta de anticipación involuntaria que presenta el organismo frente a diferentes estímulos, ya sean internos o externos, es decir, situaciones o sentimientos que se acompañan de tensión para el cuerpo, explicó el experto.
Martos Alvidrez alertó que la población de niños y adolescentes es “extremadamente vulnerable” a generar dependencia a las nuevas tecnologías. Por lo que resaltó que es fundamental la supervisión adecuada de los padres de familia para prevenir estas nuevas adicciones.
Conoce más: Ciberadicción, qué es y 4 consejos para evitarla en tus hijos
Algunas de las recomendaciones que hacen los expertos para prevenir casos de ansiedad y adicción hacia los dispositivos móviles en menores de edad, son:
1 Los padres deben poner el ejemplo de uso responsable.- Es necesario que los padres también dejen o disminuyan considerablemente el uso de los dispositivos móviles en presencia de sus hijos.
2 Designar límites y tiempos para su uso.- Se debe diferenciar cuándo es necesario su uso (motivos escolares, por ejemplo), y cuándo no se permite el uso de estos dispositivos (a la hora de la comida, por ejemplo). Asimismo, se recomienda poner límites de tiempo en su uso. Martos Alvidrez recomienda cero contacto de estos dispositivos a menores de 2 años; de 15 a 45 minutos en niños de menores de 12 años; mientras que 90 minutos a niños mayores de 12 años.
3 Explorar alternativas.- Se puede crear una lista de las cosas que les gustan hacer a los pequeños. Esta no puede incluir nada de tecnología. Una vez hecha, se pueden designar tiempos para realizar las actividades en familia.
4 Hacer la transición poco a poco.- El tiempo en que los niños usan dispositivos móviles debe disminuir progresivamente. Si se elimina bruscamente, alimentaremos la ansiedad infantil en lugar de mejorarla.
5 Buscar ayuda profesional en caso de ser necesaria.- Si la situación se ha vuelto incontrolable y la ansiedad es muy alta, lo mejor es buscar un profesional en psicología infantil que ayude a averiguar cuál es la raíz del problema y cómo se puede solucionar.
Vía: Notimex