El frío que acompaña al invierno es un gran enemigo de la salud cutánea. La falta de cuidado puede verse reflejada en resequedad y comezón, así como en descamación, rigidez de la piel, entre otros daños. Especialistas en salud recomiendan extremar cuidados y seguir ciertas medidas para reducir riesgos. Por ejemplo.
- Humecta tu piel con un ungüento, crema o loción de 2 a 3 veces al día —o con la frecuencia que sea necesaria—. Considera que las cremas ayudan a «bloquear» la humedad, razón por la que funcionan mejor sobre la piel húmeda.
- Evita utilizar productos para el cuidado de la piel que contengan alcohol, fragancias, colorantes u otros químicos.
- Toma baños cortos —de 5 a 10 minutos— y con agua tibia. Báñate una sola vez al día.
- Utiliza limpiadores cutáneos suaves o jabón con humectantes agregados. Procura usarlos solamente en rostro, axilas, áreas genitales, manos y pies.
- Aféitate inmediatamente después de bañarte, cuando el vello es suave.
- Usa ropa suave y cómoda. Evita las telas ásperas, como la lana.
- Lava tu ropa con detergentes libres de colorantes o fragancias.
- Bebe mucha agua y mantente hidratado.
- Alivia la picazón con una compresa fría en las áreas irritadas.
- Busca cremas hidratantes que contengan ceramidas.
Conoce más: 5 fabulosos consejos para cuidar la piel en invierno
La Secretaría de Salud aconseja extremar cuidados, no sólo de la piel, sino de la salud en general; debido a que también existe riesgo de deshidratación, hipotermia, problemas de resequedad en las córneas, escabiosis o sarna y pediculosis —presencia de piojos—.
Si detectas alguna afección, visita de inmediato a un especialista. Recuerda que las bajas temperaturas también aumentan las probabilidades de padecer problemas en las vías respiratorias. Actúa ante los primeros síntomas.
Vía: Notimex/ Medline Plus