Los padres saben bien que primero vienen los resfriados, seguidos de la congestión y, finalmente, una tos persistente. Y esa tos puede prolongarse durante semanas, mucho después de que desaparezcan los otros síntomas respiratorios superiores. ¿Porqué ocurre esto? Y más importante aún, ¿qué deberías hacer al respecto?
Para responder dichas preguntas, te dejamos 5 importantes datos otorgados por pediatras de Yale Medicine, incluidos especialistas en medicina de emergencia y alergia e inmunología, que ayudarán a que tú y tu familia se sientan mejor y duerman tranquilos.
1. No todos los resfriados son lo mismo
La tos por lo general comienza con una infección viral en las vías respiratorias superiores (también conocida como resfriado). Pero a veces el frío no es tan dramático como podría esperarse, dice la doctora Annette Cameron, pediatra de Yale Medicine. «No necesariamente tienes la carga completa de los síntomas. Puede que sólo haya un ligero goteo nasal, congestión, tal vez una fiebre baja y luego, esa tos», mencionó. «La tos tiende a demorar más y puede durar hasta dos semanas. Esto es cuando los padres entran y preguntan, ‘¿Por qué mi hijo tose cuando no hay otros síntomas?'»
La respuesta: La doctora Cameron menciona que a menudo hay otros síntomas leves que no están reconociendo los padres, o se olvidaron de ellos, ya que la mayoría se han ido, a excepción de la tos.
2. Una tos es un mecanismo de defensa
La tos es la manera en que el cuerpo se defiende a sí mismo, explica Cameron. «Si tiene goteo nasal y algo de congestión, es posible que muestre un goteo nasal posterior, el cual puede irritar los bronquiolos (pequeños conductos en los pulmones) y causar tos», señala. «La tos es una forma de limpiar los pulmones y expulsar el moco».
Carl R. Baum, médico de urgencias pediátricas, está de acuerdo con tal afirmación. «La tos es buena […] Los padres se asustan cuando su hijo tiene una tos muy fuerte, pero es la manera normal del cuerpo de protegerse. Mantiene nuestros pulmones despejados».
3. Evita la medicina para la tos
Los medicamentos de venta libre para la tos y el resfriado no se recomiendan para niños menores de 6 años, de acuerdo con las directrices revisadas recientemente por la Academia Americana de Pediatría. Eso, explica Cameron, se debe a que, por lo general, no funcionan, y a veces están vinculados a efectos secundarios graves.
«Muchos de los medicamentos de venta libre tienen descongestionantes y antihistamínicos. Los descongestionantes están asociados con arritmias cardíacas y los antihistamínicos tienen un mayor riesgo de somnolencia y depresión de la respiración «, indica. «De modo que, si esos medicamentos no se dosifican de acuerdo con el peso o se administran a intervalos adecuados, pueden ser peligrosos».
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En su lugar, Cameron asegura que más o menos una cucharadita de miel puede ser muy útil. «Es sorprendente lo bien que la miel puede calmar la irritación de la garganta y detener la tos», subraya. Pero debido al riesgo de botulismo, este enfoque no debe utilizarse para niños menores de 1 año, advierte.
La doctora también sugiere usar un deshumidificador (frío o tibio), gotas de solución salina y una jeringa de bulbo (esa pequeña cosa azul que reparten los pediatras) para succionar la nariz. Hacer gárgaras con un poco de agua también podría ayudar. Y si hay algún dolor, también se puede usar paracetamol o ibuprofeno.
Otra razón para evitar los medicamentos para la tos, según Baum, es que algunas medicinas simplemente suprimen la tos, en lugar de realmente tratarla. «No estás llegando a la raíz del problema. Podría ser asma, neumonía o incluso un pequeño juguete en las vías respiratorias que conduce a los pulmones», menciona. «En el departamento de emergencia, siempre queremos llegar a la raíz del problema». El doctor Baum aconseja a los padres siempre hablar sobre sus inquietudes respecto a los síntomas con el proveedor de atención primaria de su hijo, enfatizando que deben llevar al niño al departamento de emergencias o llamar al 911 si tiene problemas para respirar.
4. Considera las alergias
Si la tos es persistente y no desaparece después de dos semanas, es hora de comenzar a pensar en otros factores, que pueden significar alergias, especialmente si los síntomas incluyen no sólo goteo post nasal, sino picazón en los ojos, oídos y garganta.
«En este punto, podríamos probar un antihistamínico para ver si se secan algunas secreciones», refirió Cameron. «Claritin y Zyrtec se dosifican para niños de tan sólo 6 meses, pero no me gusta recetarlos a niños realmente pequeños a menos que esté tratando una reacción alérgica. O si se trata de niños mayores, quiero saber que estoy tratando rinitis alérgica, que suele darse por alergias estacionales o alérgenos ambientales».
«Una tos causada por alergias puede ser estacional y generalmente no hay fiebre o dolores en el cuerpo y no es contagiosa. Y sólo puede ocurrir alrededor del desencadenante alérgico, como gatos o polen de los árboles», dice Jason Catanzaro, alergólogo e inmunólogo pediátrico. «Pero los niños más pequeños son menos propensos a tener alergias al aire libre, no han existido lo suficiente como para estar expuestos al polen de pastos, árboles y malezas», explica.
5. Piensa en el asma
Uno de los signos más claros del asma es una tos persistente o prolongada, y si hay un patrón. «Si esto sucede cada vez que tu hijo tiene una infección viral y la tos dura de tres a cuatro semanas, podrían ser alergias y/o asma, ya que ambas pueden ir de la mano», resalta Cameron. «Además, el asma puede ser genética, así que revisa tu historial familiar».
Para el asma, el diagnóstico generalmente se realiza durante una visita al consultorio del pediatra de tu hijo, aunque también hay pruebas que evalúan la función pulmonar. «No se puede diagnosticar la primera vez que alguien sibila, pero si observas que cada vez que alguien sufre un resfriado, tienen tos durante mucho tiempo, podríamos recomendarle una prueba de Albuterol, un medicamento para tratar el asma», concluyó.
Vía: Yale Medicine