Tener problemas de colesterol alto es una situación que pone en riesgo la salud integral de las personas. Lamentablemente, este es un padecimiento que cada vez se ha hecho más común, principalmente por inadecuados hábitos alimenticios.
Aunque el colesterol es una sustancia grasa que produce nuestro organismo de forma natural y se encuentra presente en todas las células del cuerpo, un exceso de este está relacionado con fuertes amenazas para la salud integral, como un elevado riesgo de sufrir un infarto al miocardio.
Es cierto que nuestro organismo requiere colesterol para su adecuado funcionamiento. Sin embargo, la mayor parte del que necesita se produce de forma natural en el hígado, y solo es un porcentaje menor el que se requiere a través del consumo de algunos alimentos. Es por ello que debemos prestar mucha atención a lo que consumimos.
En las personas que ya presentan problemas de colesterol alto, lo que no se come es tan importante como lo que sí come. Para ayudar a reducir el nivel de colesterol en la sangre es importante que se consuman más alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras y granos enteros.
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Asimismo, se recomienda comer más grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, las cuales se encuentran presentes en el aceite de oliva, las nueces y los aguacates.
Los expertos en salud exhortan a la población con altos índices de colesterol en la sangre a reducir al máximo -o de preferencia evitar- el consumo de los siguientes alimentos:
1 Proteínas altas en grasa (carnes rojas).
2 Grasas trans (alimentos altamente procesados, como mantequilla, dulces horneados y papas fritas).
3 Comida rápida (como hamburguesas o pizzas).
4 Lácteos enteros.
5 Postres (galletas, galletas saladas, pasteles, tartas, magdalenas y rosquillas).
6 Vísceras (carnes de órganos, como el hígado de pollo).
7 Tocino.
8 Embutidos.
9 Mariscos.
10 Yema de huevo.
