Además de ser un alimento sumamente versátil, el brócoli ha demostrado reducir el riesgo de muchas enfermedades comunes, incluyendo la artritis, la presión arterial alta, enfermedades cardíacas, enfermedades renales, diabetes y la enfermedad del hígado graso. Pero eso no es todo, gracias a sus nutrientes y compuestos orgánicos de origen natural, tiene una poderosa acción anticancerígena y ayuda a proteger los vasos sanguíneos, al tiempo que funciona como antiinflamatorio y estimulante inmunológico.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el brócoli y los berros pierden sus propiedades anticancerígenas cuando son hervidos o cocidos, por lo que recomienda comerlos crudos. “Cuando estas verduras se calientan, se daña una enzima útil contra el cáncer, reduciendo así su impacto sobre esta enfermedad”.
Por el contrario, existen verduras que deben ser cocidas para aprovechar mejor sus propiedades, como lo es en el caso de las zanahorias, los espárragos y los jitomates. “La cocción de estos vegetales permite que el cuerpo absorba mejor sus antioxidantes”, apuntó.
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Propiedades nutricionales
El brócoli pertenece a la familia de las coles y es un alimento rico en vitamina C. También, es rico en carotenos, vitamina A, selenio, potasio, calcio vegetal, fibra, vitaminas del complejo B y proteínas vegetales, sin olvidar que brinda fitoquímicos —glucosinolatos y flavonoides— que pueden ofrecer beneficios al organismo. Los flavonoides poseen una fuerte acción antioxidante que tiene la capacidad de evitar la oxidación de lípidos en nuestro organismo, así como de neutralizar los efectos negativos de los radicales libres en cada célula, según una investigación publicada en Free Radical Research.
¡Incorpóralo a tu dieta! Si tienes dudas al respecto, consulta a un especialista en nutrición. Cuídate.