Existe un grupo numeroso de personas que no se vacunan o se rehúsan a vacunar a sus hijos, basándose en la creencia de que las vacunas causan autismo, particularmente la vacuna contra el sarampión, rubéola y paperas (SRP o triple viral) y las vacunas que contienen una sustancia conocida como tiomersal; sin embargo, muchos estudios científicos de gran rigurosidad han demostrado que esta asociación es falsa y NO existe evidencia científica alguna de que el autismo sea causado por las vacunas. Pero entonces, ¿de dónde vienen estas falsas creencias?
Existen varias razones para relacionar el autismo con la vacunación y específicamente con la vacuna SRP. La primera es que algunos padres de niños con autismo empezaron notar síntomas de la enfermedad poco después de la aplicación de la vacuna. Sin embargo, esto no significa que la vacuna sea la causante de la enfermedad, sino una mera coincidencia temporal. Esta coincidencia se debe a que en general, los primeros síntomas del autismo se manifiestan a la misma edad en que esta vacuna se aplica por primera vez, es decir, entre los 12 y 15 meses de edad. La segunda razón, y tal vez la que más desconfianza ha causado en la seguridad de las vacunas, es el estudio publicado en la revista médica The Lancet en 1998, el cual mostraba evidencia de una relación causal entre la vacuna SRP y el autismo.
Aunque este artículo recibió mucha atención mediática, posterior a éste, se han publicado muchos estudios realizados en miles de niños y en varios países, que han concluido que el autismo no es causado por la vacuna SRP; además, se llegó a la conclusión de que los datos publicados en Lancet fueron alterados para aparentar la asociación entre la vacuna SRP y el autismo. En consecuencia, el Consejo General Médico Británico (British General Medical Council) encontró culpable de mala conducta profesional al autor principal del estudio y le retiró su licencia médica. Finalmente The Lancet también se retractó de ese artículo en 1998.
Si las vacunas no causan autismo, ¿qué sí lo hace?
Las causas del autismo aún no se comprenden del todo, pero se ha comprobado de manera contundente que las vacunas no son una de sus causas.
Las causas del autismo aún no se comprenden del todo, sin embargo, algo sobre lo que ya se tiene certeza es que la genética juega un papel importante en su aparición. El hermano de un niño con autismo tiene entre 20 y 50 veces más probabilidades de presentar la enfermedad cuando se compara con hermanos sanos. Los estudios más recientes apuntan a alteraciones en los genes que controlan el desarrollo del cerebro durante la gestación y se tiene evidencia de que los cambios en la corteza cerebral observados en los pacientes con autismo empiezan desde antes de que el bebé nazca y por lo tanto, antes de que reciba sus primeras vacunas.
¿El tiomersal contenido en las vacunas causa autismo?
El tiomersal es un compuesto que contiene mercurio y que se utiliza para evitar el crecimiento de bacterias y hongos en los frascos de las vacunas. Además, se utiliza en la producción de algunas vacunas, tanto para inactivar determinados microorganismos y toxinas como para contribuir a mantener la esterilidad en la cadena de producción. De esta manera se evita que gérmenes dañinos entren al cuerpo al momento de vacunar.
Actualmente, el tiomersal se encuentra en las vacunas contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP), la hepatitis B, la rabia, la influenza y las infecciones por Haemophilus influenzae de tipo b.
Se ha dicho que el mercurio contenido en el tiomersal de las vacunas es causa de autismo y otros problemas de salud. Sin embargo, el Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas (GACVS), un grupo asesor de expertos independientes, ha examinado detenidamente, durante más de 10 años, datos científicos acerca del uso del tiomersal como conservante de las vacunas, y ha demostrado que esta asociación es falsa.
Otros grupos de expertos como el Instituto de Medicina y la Academia de Pediatría de EE.UU, el Comité de Seguridad sobre Medicamentos del Reino Unido y la Agencia Europea de Medicamentos, han llegado repetidamente a la misma conclusión: no hay pruebas de que la cantidad de tiomersal utilizada en las vacunas suponga un riesgo para la salud.
Es importante mencionar que en la naturaleza el mercurio se presenta en dos formas: metilmercurio y etilmercurio. El más abundante y tóxico es el metilmercurio, y es al que los humanos estamos más expuestos principalmente por el consumo de pescados y mariscos. Por su parte, el etilmercurio (etHg), que es el que se usa como conservador en las vacunas es mucho más raro y además es mínimamente tóxico.
Para dimensionar esto, es importante mencionar que las personas que consumen pescado ingieren cantidades de mercurio superiores a las que se reciben en todas las vacunas administradas a los niños durante los 18 primeros meses de vida. Por ejemplo, la cantidad de mercurio en las vacunas es de menos de 1 microgramo por dosis, mientras que una persona que consume entre 500 g y 1 kg de pescado al año ingerirá 10 microgramos si se trata de sardinas o 20 microgramos si se trata de salmón.
Por lo anterior, podemos asegurar que en niños pequeños, la principal fuente de exposición al mercurio es el consumo de pescados y mariscos por las madres durante el embarazo y la lactancia, y NO LA ADMINISTRACIÓN DE VACUNAS.
Fuente:
- Inmunization Action Coalition
- Centers for Disease Control and Prevention. Understanding MMR Vaccine Safety
- Centers for Disease Control and Prevention. Understanding Thimerosal, Mercury, and Vaccine Safety
- Organización Mundial de la Salud. Tiomersal- preguntas y respuestas
¿Necesitas evidencia científica?
Aquí puedes consultar cinco de los más de 20 artículos bien fundamentados que no han encontrado relación entre la vacuna SRP y el autismo.
- Lack of Association between Measles Virus Vaccine and Autism with Enteropathy: A Case-Control Study by Mady Hornig et al. PLoS ONE. September 2008. Vol 3: page e3140.
- Age at First Measles-Mumps-Rubella Vaccination in Children with Autism and School-Matched Control Subjects: A Population-Based Study in Metropolitan Atlanta by Frank DeStefano et al. Pediatrics. February 2004. Vol 113: pages 259-266.
- Immunization Safety Review: Vaccines and Autism. Institute of Medicine. The National Academies Press: 2004.
- A Population-Based Study of Measles, Mumps and Rubella Vaccination and Autism by Kreesten Meldgaard Madsen et al. New England Journal of Medicine. November 7, 2002. Vol 347: pages 1477-1482.
- Autism and Measles, Mumps, and Rubella Vaccine: No Epidemiological Evidence for a Causal Association by Brent Taylor et al. The Lancet. June 12, 1999. Vol 353: pages 2026-2029.