El teatro, tal cual lo conocemos, puede ser una experiencia que cause dificultades o molestias para la personas que padecen autismo. Los vestíbulos llenos de gente, música inesperada, luces que súbitamente se prenden o apagan, los aplausos, todo esto puede ser inquietante, incluso el intermedio puede causar confusión en un niño con autismo, pues le puede resultar extraño ver salir a las personas en medio de un espectáculo para después volver a entrar.
Ante esto, diversas organizaciones han decidido montar obras en una forma “más relajada” para que las personas con autismo puedan vivir esta experiencia. Bajo el nombre de Relaxed Performance Project, este programa piloto dio inicio de manera oficial hace un año con la obra El ratón y su hijo, en Stratford-Upon-Avon, lugar donde naciera William Shakespeare.
Si bien en años anteriores se habían realizado funciones “relajadas” de manera aislada, en enero pasado el proyecto fue firmado por diez teatros, entre ellos el West Yorkshire Playhouse, El Teatro Nacional y el Globe de Londres. Entre las organizaciones que impulsan la iniciativa están la Fundación del Príncipe para los Niños y las Artes, de la Sociedad de Teatro de Londres, así como de la Asociación de Gestión Teatral
Dentro del programa piloto, en junio pasado se presentó exitosamente en Londres una función “relajada” de El curioso incidente del perro a medianoche realizado por la compañía de teatro nacional en el Teatro Apollo de Londres. Sin embargo, el programa completo se espera que esté en marcha en toda Inglaterra este año.
Durante la función especial de El curioso incidente del perro a medianoche, el director ejecutivo de la Fundación del Príncipe para los Niños y las Artes, Jeremy Newton, señaló que “es importante destacar que se trata de la inclusión, no de abrir un nuevo mercado, estas actuaciones son para cualquier persona que se beneficiaría de un entorno más relajado, incluidas las personas con una condición del espectro autista, trastornos sensoriales o de comunicación, o una discapacidad de aprendizaje”.
“Tenemos la esperanza de iniciar un cambio de actitud en los foros, en algún momento los programas impresos van a decir ‘la noche del martes función especial para personas con problemas auditivos, la noche del miércoles, función especial de teatro relajado para familias con niños con autismo’”, concluyó Newton.
Durante una actuación relajada, las luces suelen quedarse encendidas y en el programa de mano se avisa a las familias cuándo esperar los ruidos fuertes. En caso de que algún niño o persona tuviera un episodio de ansiedad, la producción tendrá una zona destinada para la relajación. En varios lugares del teatro, el programa podrá seguirse a través de las bocinas o de una pantalla para que el público no se desoriente al entra o salir del auditorio y sienta la historia como inconexa. También hay paseos por el teatro previos a la función, para que las familias y, especialmente los niños, estén familiarizados con el espacio. En Nueva York, bajo el nombre de Autism Theatre Initiative, un proyecto similar es ralizada por diversas instituciones.
Vía: Prince´s Foundation for Children and the Arts