Procurar que sus hijos gocen de una adecuada salud integral puede llegar a ser una tarea demandante para los padres. Sobre todo porque existen situaciones que escapan de su control y no se pueden prever hasta el momento en que aparecen, como es el caso de las alergias alimentarias.
Cuando una persona presenta una alergia alimentaria, su organismo reacciona como si determinado alimento fuera nocivo para la salud. Motivo por el que el sistema inmunitario -que se encarga mantener a raya las infecciones y las enfermedades- fabrica anticuerpos contra dicho alimento.
Cuando se detectan estas alergias, la próxima vez que la persona se exponga a ese alimento, ya sea ingiriéndolo, tocándolo o inhalando sus partículas, su organismo liberará sustancias químicas para protegerse. Estas sustancias son las responsables de desencadenar los síntomas alérgicos, que pueden afectar al sistema respiratorio, el tubo digestivo, la piel y el sistema cardiovascular.
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Algunos de los principales síntomas de una reacción alérgica a un alimento son:
-Moqueo nasal.
-Erupción cutánea con picor.
-Hormigueo o cosquilleo en la lengua, labios o garganta.
-Inflamación.
-Dolor abdominal.
-Respiración sibilante.
Aunque los niños pueden resultar ser alérgicos a cualquier alimento, hay un grupo que se asocia al 90% de los casos de reacciones alérgicas en la población infantil:
-Leche.
-Huevos.
-Cacahuates.
-Soja.
-Trigo.
-Frutos secos.
-Pescado.
-Mariscos.
Por lo general, en la mayoría de los casos los niños con alergias alimentarias las terminan superando. No obstante, hay unos casos más complicados de desaparecer, como es el caso de las alergias al pescado y a los mariscos, las cuales suelen aparecer más tarde en la vida de los pequeños e incluso son más difíciles de superar con el paso del tiempo.
En caso de que a tu hijo le hayan diagnosticado una alergia alimentaria, es importante tomar las siguientes medidas:
1 Organizar adecuadamente las necesidades alimentarias de su hijo.
2 Colaborar con un médico para elaborar un plan de acción contra la alergia alimentaria en caso de emergencia. Este plan debe ser entregado por escrito al centro escolar o de estudios del niño y a cualquier otra persona que cuide de él.
Vía: Kid’s Health
