La colonoscopía es un procedimiento que le permite a los médicos observar el interior del intestino grueso. Usan instrumentos llamados endoscopios, los cuales tienen una pequeña cámara conectada a un tubo largo y delgado. El examen le permite a tu médico ver cosas como tejido inflamado, crecimientos anormales y úlceras.
La colonoscopía verifica todo el colon y el recto, y los especialistas recomiendan este procedimiento para:
- Detectar signos tempranos de cáncer en el colon y recto. Puede ser parte de una evaluación de rutina, que generalmente comienza a los 50 años.
- Buscar causas de cambios inexplicables en los hábitos intestinales.
- Evaluar síntomas como dolor abdominal, hemorragia rectal y pérdida de peso.
El médico también puede extirpar pólipos de tu colon durante esta prueba.
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Si te vas a someter a una colonoscopía, recibirás instrucciones escritas de preparación intestinal para seguir en casa antes del procedimiento. La preparación intestinal limpia el intestino para que tu médico pueda ver todo claramente.
Muchas personas que se han realizado una colonoscopía dicen que la preparación es peor que el procedimiento en sí. Sin embargo, es un mal necesario. Una preparación incorrecta y el médico podría omitir el estudio por completo.
Por ello, la Sociedad Americana de Endoscopia Gastrointestinal aconseja sobre la preparación para una colonoscopía:
- Un día antes del procedimiento, limita los alimentos para eliminar cualquier clase de caldo o sopa, el té, postres de gelatina, bebidas carbonatadas y refrescos, postres helados y jugos de fruta.
- Evita los postres y líquidos recomendados que sean rojos o morados.
- Evita la deshidratación bebiendo más líquidos de lo normal.
- Habla con tu médico sobre cualquier medicamento que tomes, para determinar si podrían interferir con la colonoscopía.
Vía: Health Day News / Medline Plus