Además de pensar en el hotel donde descansarás, los lugares que visitarás y el traje de baño que usarás, es esencial que consideres medidas de seguridad e higiene para proteger tu salud. Aunque no lo creas, el agua de las piscinas y los jacuzzis de los hoteles, así como de los parques acuáticos, son una fuente importante de brotes infecciosos.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), este tipo de padecimientos son causados por parásitos y bacterias. De hecho, más de la mitad de los brotes suelen ser provocados por el parásito Cryptosporidium, comúnmente llamado Crypto, que puede sobrevivir en piscinas o lugares húmedos.
Este parásito es causa de enfermedades gastrointestinales y diarrea. Si bien la mayoría de los gérmenes muere en cuestión de minutos —debido a la cantidad de cloro—, el parásito Crypto puede sobrevivir más tiempo y es más difícil de combatir. Puede transmitirse por un incidente diarreico, situación común en una piscina llena de niños.
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Recomendaciones
- Antes de entrar a la piscina, es importante que te des un baño. Si tuviste problemas estomacales durante las 24 horas anteriores, no es recomendable que entres —lo mismo aplica para los niños—.
- No bebas el agua en la que nadas. Antes de meterte, revisa los puntajes de inspección. Al igual que los restaurantes, las piscinas públicas son evaluadas por inspectores.
- Si eres padre de familia, revisa cada 30 minutos que tus hijos pequeños no hayan ensuciado los pañales o trajes de baño. Cambia los pañales lejos de la piscina, y lávate las manos después.
- Si tu hijo sufre un accidente en una piscina pública, avisa al personal para que pueda limpiar el agua.
Vía: Hola Doctor