Existen ruidos molestos que pueden llegar a afectar la calidad vida, ya sea el goteo de un grifo, el ruido de una persona masticando o el chillido de un gis sobre el pizarrón. Es completamente normal sentir irritabilidad ante estos sonidos, pero ¿qué pasa si generan pánico o reacciones irracionales?

Se dice que una persona padece misofonía cuando tiene un reacción evasiva e intensa ante sonidos específicos. Es importante no confundir esta afección con la hiperacusia, es decir, con la sensibilidad auditiva a causa de una irritación en alguna parte de la vía auditiva.

En la hiperacusia, la información auditiva se percibe insoportablemente alta; en tanto, la misofonía engloba la intolerancia de los ruidos repetitivos o patrones de sonido. Se trata de un trastorno neurológico en el que los estímulos auditivos son malinterpretados por el sistema nervioso central, causando una agitación e inquietud desmedida.

Conoce más: Misofonía, causa por la que algunas personas odian ciertos ruidos

¿Cómo combatir la misofonía?

Si bien no existe un tratamiento o cura específica, algunos trucos y terapias ayudan a sobrellevar las molestias. Toma en cuenta lo siguiente.

  1. Evita, en medida de lo posible, los ruidos que te molestan.
  2. Cubre los ruidos detonantes con tu música favorita. También puedes utilizar tapones para los oídos.
  3. Practica técnicas de relajación, como meditación o yoga.
  4. Limita el consumo de alcohol, cafeína y sustancias que alteren tus sentidos.
  5. Acude a una terapia cognitivo-conductual. Éstas son de gran ayuda para mejorar la tolerancia a los ruidos, así como para aprender a controlar las reacciones emocionales negativas.

 

Vía: Hear-it