La extirpación de un riñon puede deberse a múltiples factores como cáncer, enfermedad renal crónica avanzada, riñones poliquísticos, infecciones graves, cálculos renales, defectos congénitos o una lesión muy grave.
Como toda cirugía, la extirpación de riñón podría presentar complicaciones post operatorias como sangrado, insuficiencia renal con el riñón restante y hernia en la herida. Los especialistas señalan que el paciente tardará en recuperarse en un periodo que va de cuatro a seis semanas, por ello es necesario tomar todas las medidas precautorias para evitar complicaciones.
Cuando el doctor otorgue el alta médica y el paciente pueda regresar a casa tendrá un dolor intenso en el lugar de la cirugía, presentará de forma normal moretones y enrojecimiento intenso en la zona, que con el tiempo deben irse desvaneciendo.
Estos dolores podrán ser reducidos con medicamentos bajo prescripción médica, aunado a la colocación de hielo en la herida, manteniendo seca la zona.
La persona operada no puede manejar, ni hacer actividades que impliquen esfuerzo moderado o intenso dentro y fuera del hogar, hasta que el médico lo indique.
Es recomendable que haga caminatas cortas, suba y baje escaleras, desarrolle algunas tareas domésticas livianas, pero siempre incrementando la cantidad de las tareas de forma progresiva y consultando al doctor.
A medida que la recuperación avanza, los especialistas recomiendan presionar con una almohada sobre la incisión cuando tosa o estornude para aliviar la molestia y proteger la incisión.
La herida debe estar siempre limpia, seca y protegida, por ello si se usaron suturas, puntos, grapas o goma para cerrarla, puede tomar un baño, pero si se usaron cintas quirúrgicas para cerrar la piel es necesario que cubra la heridas con envoltura de plástico antes de ducharse durante la primera semana. Es importante no quitarse las cintas, y dejarlas en su lugar hasta que se desprendan por sí solas.
Si bien es cierto que el baño es necesario, no es recomendable que el paciente use una bañera o jacuzzi, ni vaya a nadar hasta que el doctor lo autorice.
En la alimentación, es recomendable llevar una dieta normal balanceada que incluya frutas, verduras, cereales, carbohidratos, proteínas, y grasas, acompañada de 4 a 8 vasos de agua al día, a menos que el médico diga lo contario.
Es necesario llamar al doctor si la temperatura corporal supera los 38 grados centígrados, si las heridas quirúrgicas sangran, presentan enrojecimiento o calor, secreción espesa o lechosa de color amarillo o verde, si el abdomen está hinchado o duele, si presenta náuseas o vómito por más de 24 horas, si el dolor no mejora con los analgésicos prescritos por el doctor, si le es difícil respirar, presenta tos, le cuesta mucho trabajar tomar líquidos o comer y si no puede orinar.
Vía: Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales, Health Library e Instituto Nacional de Salud de EU