La Asociación Americana del Corazón (AHA) recomienda reducir el consumo de grasas saturadas a no más del 6 por ciento del total de calorías diarias para las personas que necesitan reducir el colesterol “malo”.
Para ello, la AHA sugiere cómo limitar la grasa saturada:
- Come más frutas, verduras, granos integrales, productos lácteos bajos en grasa, aves, pescado y nueces. Limita la carne roja, los productos lácteos altos en grasa y los alimentos y bebidas azucaradas.
- Elige aceites vegetales no hidrogenados como los de canola, girasol o aceite de oliva.
- Usa margarina suave como sustituto de la mantequilla. Busca que diga “0g de grasas trans” en la etiqueta de información nutricional.
- Las donas, galletas dulces, galletas saladas, panecillos, pasteles y tartas son ejemplos de alimentos con alto contenido de grasas trans. Limita esto en tu dieta.
- Limita los alimentos fritos y los productos horneados hechos con manteca o aceites vegetales parcialmente hidrogenados.
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Recuerda que reemplazar los alimentos con alto contenido de grasas saturadas por opciones más saludables puede reducir tus niveles de colesterol en sangre y mejorar tus perfiles de lípidos.
Debes cambiar los alimentos ricos en grasas saturadas por alimentos ricos en grasas monoinsaturadas y/o poliinsaturadas. Esto significa comer alimentos hechos con aceite vegetal líquido pero no con aceites tropicales. También significa comer pescado y nueces, y puedes intentar reemplazar parte de la carne que comes con frijoles u otras legumbres.