La menopausia trae consigo cambios y síntomas ligados a la falta de estrógeno. Entre ellos destacan las menstruaciones irregulares, los sofocos y las sudoraciones nocturnas. Desafortunadamente, más allá de los malestares físicos, también existe un aumento en el riesgo de osteoporosis.
De acuerdo con especialistas, la reabsorción de los huesos es más acelerada que la construcción de hueso nuevo, especialmente tras esta etapa; es decir, existe una pérdida considerable de masa ósea.
¿Es necesario recurrir a una prueba de densidad mineral ósea? Sí, principalmente si hubo alguna fractura después de esta etapa; en mujeres menores de 65 años con uno o más factores de riesgo; y en el caso de todas las mujeres de 65 años de edad y más, independientemente de cualquier factor de riesgo que puedan tener.
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Prevención
- Evita fumar, este hábito aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, cáncer y otros problemas de salud. También puede aumentar los sofocos y hacer que se adelante la menopausia.
- Haz ejercicio o actividad física de manera regular, con el fin de protegerte contra la osteoporosis, las enfermedades cardíacas, la diabetes y otros padecimientos asociados con la edad.
Existen tratamientos médicos que aumentan los niveles de estrógeno. Si bien tomarlos inmediatamente después de la menopausia ayuda a mantener una buena densidad ósea; la terapia con estrógeno podría aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos, cáncer de endometrio, cáncer de mama y, probablemente, enfermedad cardíaca.
Por este motivo, antes de tomar cualquier tratamiento, consulta a un especialista. Considera que todos los casos son distintos; en ocasiones no es necesario un tratamiento farmacológico, incluso podría ser perjudicial.
Vía: Mayo Clinic/ Cleveland Clinic