Cuando una persona decide comenzar a adoptar hábitos de alimentación más saludables comúnmente lo hace porque desea bajar de peso, busca controlar sus niveles de azúcar en la sangre o reducir su colesterol. El bienestar mental no suele estar en esta lista.

No obstante, estudios recientes han encontrado que la alimentación está más relacionada con la salud mental de lo que se creía anteriormente.

Incluir ciertos alimentos saludables dentro de una dieta equilibrada puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir depresión, además de otros problemas de salud mental, indicó Drew Ramsey, profesor asistente de Psiquiatría en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos.

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El especialista señaló que existen evidencias científicas de que, por ejemplo, los ostiones -alimentos ricos en vitamina B12- pueden ayudar a reducir el encogimiento del cerebro. También, gracias a la buena dosis de ácidos grasos omega-3 de cadena larga que contienen, puede reducir el riesgo de padecer depresión.

Calidad de alimentos, la clave

Ramsey expuso que una dieta deficiente en calidad de nutrientes es uno de los principales factores que contribuyen a la epidemia de la depresión que se vive actualmente.

Destacó que, aunque la mayoría de los adultos occidentales consumen calorías en exceso, les hace falta la variedad fundamental de micronutrientes que necesita el cerebro, muchos de los cuales se encuentran en los vegetales más comunes.

Un reciente estudio australiano, por ejemplo, encontró que las personas que aumentaron la cantidad de raciones de frutas y verduras que comían diariamente reportaron estar más felices y satisfechos con su vida que quienes no lo hicieron.

Recomendaciones

El experto recomendó disminuir el consumo de comida procesada y frita, así como las carnes grasosas. En su lugar, aconsejó llevar una dieta mediterránea, rica en granos enteros, legumbres, mariscos, así como vegetales de hoja.

Llevar una alimentación de este tipo garantiza que el organismo reciba nutrientes ricos en fibra, que fomentan una población diversa de bacterias benéficas en los intestinos. Investigaciones han concluido que un microbioma intestinal saludable puede ser importante en el procesamiento de neurotransmisores como la serotonina, que regula el estado de ánimo.

Por su parte, Lisa Mosconi, directora en el Centro Médico Weill Cornell en Nueva York, compartió que recomienda comúnmente a sus pacientes reducir los alimentos procesados, así como el consumo de carne y lácteos, y comer más alimentos enteros como peces con alto contenido graso, verduras, granos enteros y legumbres.

El resultado de adoptar esta dieta es reducir o eliminar el riesgo de desarrollar enfermedades degenerativas del cerebro asociadas con el envejecimiento, señaló.

 

Vía: The New York Times