Los deportes y la actividad física, en general, ofrecen grandes beneficios a la salud integral de las personas, por lo que su práctica frecuente es sumamente recomendada por médicos.
Aunque todos los deportes repercuten positivamente en la salud, hay algunos que tienden a ser más benéficos para determinados órganos o funciones.
En el caso de la salud cardíaca, existen dos deportes que son particularmente benéficos: correr y practicar natación.
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Correr o nadar son actividades que fortalecen al corazón y le permiten realizar de forma más eficiente sus importantes funciones.
Beneficios cardíacos
Cardiólogos y científicos del deporte enfatizan que realizar ejercicio de forma regular cambia la forma en que se ve y funciona el corazón.
Por ejemplo, nadar o correr de forma constante provoca que el ventrículo izquierdo -cavidad del corazón encargada de recibir sangre rica en oxígeno proveniente de los pulmones y la bombea al resto del cuerpo- se haga más grande y fuerte que en las personas que no practican deporte.
Además, provoca que el corazón funcione de una manera más eficaz, pues se llena de sangre con mayor premura y cantidad, y recupera su forma un poco más rápido con cada latido, lo cual permite que bombee más sangre a una mayor velocidad.
Un reciente estudio canadiense encontró que las personas que practicaban deporte, ya fueran corredores o nadadores, gozaban de un corazón en condiciones envidiables.
Estos resultados demuestran que es prácticamente indudable que el ejercicio transforma nuestros corazones, destacó Jamie Burr, coautor del estudio y profesor en la Universidad de Guelph, en Canadá.
“Un mensaje importante es que todos los atletas mostraron un mejor funcionamiento que cualquier persona [que no practica deporte], lo cual respalda el mensaje de que el ejercicio es bueno para nuestros corazones”, subrayó.
Vía: The New York Times